"Esta es mi hoja de ruta"
Una de las premisas básicas del
manual de Mourinho dice que tan pronto ha
terminado un partido, empieza a preparar el próximo en la rueda de prensa
postpartido. Hasta ahora parece que no le ha ido mal y el miércoles pasado ya
vimos otro ejemplo de lo dicho. Una vez asegurada la semifinal de Champions,
pasamos a jugar la eliminatoria siguiente sin solución de continuidad, sin
transición.
Alabó al Bayern como el gran rival
que es, alabó a sus jugadores, a su afición, a la grandeza de club.................
y lo posicionó en la gran final junto al Barcelona: "Para ser honesto, en
la final pueden estar el Bayern y el Barcelona, pero no creo que vaya ser el
Madrid contra el Chelsea. Prefiero decir sólo esto. Y tú sabes por qué..."
Y paradójicamente, y como viene
siendo habitual, los medios, más sálvame balón de luxe que nunca, se cebaron
sólo en el anzuelo más jugoso: el Barcelona será beneficiado por la UEFA. Sin
embargo, para mí, la gran lectura es que está diciendo - sin decirlo claro está-
que el Bayern TAMBIÉN será, a su juicio, beneficiado por el organismo
futbolístico. La preparación y el mérito de Mourinho es concentrar el
foco donde le interesa e intentar remediar en lo posible sus deficiencias.
Por ello ya anticipo que en la
previa contra los bávaros Mourinho volverá a repetir su tesis para los lentos,
la que la interesa, no la otra. Hoy por hoy nadie duda, yo al menos no, que la
final soñada por Platiní sería Bayern – Barcelona. Y ojo, que la gane el
Bayern, no nos engañemos. Ante ese hecho indemostrable ¿qué le queda a
Mourinho? Hacer lo que ha hecho, sólo eso. Que es mucho.
Y así, aprovechando este tiempo de
Cuaresma y reflexión, miro atrás y observo entre divertido y curioso como el
Real Madrid casi está en esta fecha en el punto exacto en que el libro de ruta
de Mourinho marcaría para la temporada 2011/12. En semifinales de Champions,
que históricamente es, al menos, el sitio que nos corresponde. Líder de la
Liga, con seis puntos de ventaja sobre el segundo, que no es mala renta dado el
nivel demostrado del equipo.
Quizás con más goles marcados y
encajados de los previstos en sus cálculos.
Batiendo récords y esperando arrollar alguno más. Con un equipo muy
conjuntado, pese a los esfuerzos denodados de la prensa, que gracias a ello Mourinho
ya ha logrado colocar como la gran enemiga ante la plantilla, convencida ya de
sus argumentos. Con una afición entregada a la causa, una directiva generosa en
su apoyo y, sobre todo, con resultados a la vista. Que como decía mi abuela,
obras son amores y no buenas razones.
Sólo nos apartó del libro de ruta
aquel, curiosamente olvidado, partido de vuelta de cuartos de Copa del Rey. Y
como fuimos apartados de la hoja de ruta. Pero por suerte ese daño colateral,
ese desfase en la gráfica de objetivos, puede corregirse con otros títulos más
importantes. El domingo es domingo de resurrección, esperemos que en este abril
asistamos a la nueva venida del más grande entre los grandes.
Si el año pasado al final hubo toda una
mascletá de clásicos, este año habrá un castillo de fuegos artificiales de
partidos vitales. Nos esperan partidos brillantísimos, plenos de fútbol, de
emoción, de calidad y de expectación sin igual. Quizás estemos próximos a un
clímax de fútbol histórico. ¿De que color será el orgasmo? ¿Habrá coitus
interruptus? ¿Gatillazo? ¿Vuelta al ruedo tocando pelo? Ahh, me gusta el
fútbol, ¡¡ que bendita incertidumbre !!.
Pepito Grillo: ¿Porqué tras la
eliminatoria del Barca sólo se hablaba de árbitros y tras la del Madrid sólo de
lo que había dicho Mourinho? ¿Porqué?
¿Porqué en una eliminatoria resuelta
por 8-2, y los que pudieron, se pita a un jugador del Real Madrid que llegó
gratis, perdonó en un rasgo de generosidad su ficha, nunca ha dado un mal
problema, está saliendo de una lesión importante y no ha matado a nadie? ¿Qué
ganan esos “illuminatti blancos” con eso?.
Real Madrid – Valencia: ¿Será rencoroso
Clos Gómez y recordará aquellos trece errores de Mourinho? ¿Volverá a llorar
Albelda?
Rappel: Kaká será el Zidane de la
Décima.