Real Madrid 3 – Elche 0
Y #SúperLópez de portero
¿no?.
Entiendo que los que
deciden esas cosas no cuentan entre sus propósitos el de fastidiar la sobremesa
de millones de españoles al programar un partido a las 4 de la tarde hora
española. Supongo que el vil metal tendrá que ser la razón número 1, la del
colonialismo mediático la número 2 y así hasta mil. Pero como no lo han
explicado, sigo diciendo que un partido a las 4 de la tarde es un canto a la
molicie y a la somnolencia.
Y para los jugadores del Madrid, que viven
sujetos al horario español, creo que también. Y como hoy amanezco pelín
malpensado, supongo que el juego de los blancos en la primera parte es una
suerte de protesta encubierta contra esas horas de trabajar. Escrache a Roures
y la LFP.
Fue pitar el árbitro el
descanso y preguntarme ¿ha pasado algo? ¿esto es todo?. Si, bueno no, en un
despiste, como a este equipo se le caen los goles de los bolsillos, Illarra
marcó su primer gol en Liga (curiosa la pataleta de Axel Torres que le duró
quince minutos). Y Di María, como el niño hiperactivo que jode todas las
siestas a sus padres, demostró los efectos de su secreto, algo que aún las
cámaras no han captado y que yo les susurro al oído: Antes de salir, siempre mete
los dedos en el enchufe que hay a la derecha de la bocana de vestuarios.
Ya en la segunda parte,
y debido a la conjunción con el horario inglés de té y pastas, los merengues
cayeron en la cuenta de que 82.000 incondicionales y 2.000 ilicitanos (que también
empiezan por “i”) se merecían algo de fútbol a cambio de sus euros. Y
despertaron del letargo. No es que fuera la feria del desmarque, el galope y el
desenfreno, no, pero se llegó a una velocidad de crucero aceptable. Aunque a Di
María se le había pasado ya el efecto del electroshock, Benzemá ofreció un
repertorio de desmarques, diagonales, taconazos y remates a puerta que bien
merece una recopilación en Youtube de Rafa NMJ.
Incluso Bale, que me
pareció más estático, abúlico y soso que nunca, se rebrincó y acalló las
protestas que ya afilaban en esa horda ávida de exigir la perfección que pobla
las gradas del Bernabeu. ¡¡ Y como las acalló ¡¡ Brutal su obús, ofrenda
presente para dar carpetazo al partido y promesa de esperanza futura de dicha
sin fin. Juego no ofreció mucho el galés, pero ofreció lo más caro del fútbol:
ser capaz de decidir un partido en un instante y sin necesidad de nada más. El
día que el Cercanías de Valdebebas vuelva a ser el Expreso de Cardiff no va a
haber imputación al Barca que tape la conspiración madridista-judeo-masónica. Y
de Pablo Ruz, claro.
Hasta D. Carlo (suena a
capo napolitano ¿eh?) hizo contra su costumbre cambios tempranos, ofreció sus
jóvenes promesas al piperío y obtuvo la justa recompensa a tamaña temeridad. Isco
salió, cual Ramos de la vida, con la camiseta de Módric debajo de la suya y
marcó el rumbo del último cuarto con un fútbol exquisito, consiguiendo algo que
le es tan familiar como el gol y demostrando que Ancelotti tiene el bendito
problema de cómo poner a tanto talento como tiene en esta plantilla. Pero
tranquilos, ese “problemilla” lo solucionan los chicos del As y los Manolos con
tres portadas y dos monográficos.
Casemiro no desentonó y
Morata dio todo un curso de fundamentos básicos de un 9 de manual y de cómo la
ansiedad bloquea la transmisión neuromotora entre el cerebro, el corazón y la
pierna. Lo hizo todo bien, menos lo que se espera de él: el gol. Antitético de
Bale.
Y después el Barca,
contra 11, sin desmarques arbitrales y con el Tata esperando a los árbitros en
el túnel de vestuarios (se ve que en Anoeta no hay parking) perdió. Hoy sus
abogados han pedido al fiscal que analicen si Gallardón llamó a Griezmann
durante el partido. Como sea que sí, Mas ha dicho que se van de España, ojo.
Me gustó: Benzemá.
Partidazo el suyo. Demostrando que es el delantero perfecto para este Madrid.
Hoy, teniendo a dos cañoneros como Bale y Cristiano, no necesitamos un killer
del área, ya tenemos dos. Necesitamos un delantero inteligente, que sepa dar
juego y marque de vez en cuando, que lo hace. Di María también estuvo
espectacular en el primer tiempo.
Ah, también me gustó
mucho la imagen que, poco a poco, va tomando la grada de animación. Parece ser
que hablar y explicar las cosas favorece el acercamiento entre todos. Ojalá ese
espacio sea el lugar perfecto para que jóvenes madridistas de todo el mundo
disfruten dejando su voz y aliento por su equipo como único aliciente.
No me gustó:
#SúperLópez. Este tío no para nada. Una triste intervención en todo el partido
es pobre bagaje para quién aspira a quitarle la titularidad a un mito como
Casillas. Es muy vago, casi no participa en el juego, toca más el balón con los
pies que con las manos, abusa de su altura para intimidar a los contrarios y
luego va diciendo por ahí que el mérito de que no le marquen goles es de los
once del equipo. Ya le vale.
Pepito Grillo: Fran
Escribá, entrenador del Elche, en rueda de prensa dijo: “A mí me importa más el
resultado que la imagen”. ¿Qué pensará Paco Jémez de tamaña afrenta? Por fin un
entrenador al que le molesta que le metan 3 en el Bernabeu.
Pongo el partido, hay un
minuto de silencio, dicen que ¡¡ por el fallecimiento del abuelo de Sergio
Ramos ¡¡ ¿Estamos locos o qué? Después nos quejamos de que algún jugador se
crea el dueño del Club, como un Fernando Hierro de la vida. Florentino, entre
la petición de indulto a Del Nido, la alabanza pública en Marca al Sobrado de
Camas y esto, vaya mesecito que lleva. El diablo está en los detalles,
presidente.
Franciscus: El Madrid
alquila el liderato hasta junio.