CANTADAS Y PARADAS

"Los torpes dejaron que se saliera con la suya"

Villareal 1 – Real Madrid 1

Cuando se produce una revuelta, una vez finiquitada y hecho el resumen de daños, suele ser muy difícil diagnosticar cual fue el motivo primigenio de la misma. Ayer en Vila-real revuelta hubo, más que con los estudiantes de Valencia. O al menos con la misma atención mediática. Pero ¿cuál fue el desencadenante? ¿se sobreactuó en la recepción de afrentas? ¿fué una maniobra dirigida?. Interrogantes varios y con multitud de variopintas respuestas.

Yo pretendo clarificar y separar, si puedo, la paja del grano. Y el grano es el fútbol, con mayúsculas, con sus goles, sus puntos y su juego. Y el análisis puro futbolístico nos indica que el Madrid continuó con su pájara de medio nivel, en la que desfallece pero casi siempre gana, aunque desde hace dos meses pocas veces convence.

Y el mismo análisis nos indica que el Madrid no mereció ganar por errores y deméritos propios. Esas voces que señalan, emulando al discurso victimista de Barcelona de diez días atrás, conspiraciones judeo – villararato – masónicas, robos arbitrales y atracos a mano armada con nocturnidad y alevosía pecan, a mi juicio, de cortedad de miras y de ganas de poner paños calientes en heridas que supuran.

Porqué el Madrid falló. Falló en el planteamiento, falló en sobrestimación del rival, falló en los cambios, fallaron jugadores capitales y capitulares.  Y sobre todo falló en su capacidad física, antaño hercúlea y hoy por hoy de musculitos de gimnasio. También falló en su autoestima, inteligencia y profesionalidad.

Si repasamos de forma breve el 11 blanco, Casillas cantó, Arbeloa deambuló como un borracho en un barco, sin norte y agarrándose a todo lo que pasaba, Marcelo pasota, Ramos sobrado, Pepe desbordado, Alonso acosado, Lass hipotecado, Khedira abrumado por la ingente tarea, Ozil perdido injustamente en la banda, Benzemá de gato y Cristiano, como suele. Y todos adoleciendo de un bajón físico descomunal. Su hecho diferencial anulado a la nada. Si comparamos el ritmo del partido de anoche con los jugados antes de Reyes, la diferencia es abismal. De ahí los problemas que arrastran.

En resumen, Casillas cantó, Paradas desquició al Madrid y al final sólo queda un mediocre partido y un pésima imagen de unos profesionales a los que se les supone mayor templanza e inteligencia. Y el resultado justo, 6 puntos, A6 y no es un Audi, no, que no es moco de pavo. Ya dijo Pep que es imposible que ganen la Liga ¿Quién somos nosotros, pobres mortales, para contradecirle? Démosle la razón con la palabra y los hechos.

Si queremos en cambio hablar de la paja, de lo extrafutbolístico, nos encontramos no con un pajar, anoche hubo un almiar. Paradas (lo conseguiste, eres famoso), ese árbitro que, recordemos, quiso ponerse la medalla de ser el primero en España de expulsar a Mou, por lo que fue enviado por éste a donde pica el pollo, hizo lo que de él se esperaba y quién no esperara eso o es un inocente o un memo. Demostró que tiene tomada la matrícula a Mou y por extensión al Real Madrid, que es un rencoroso redomado, pero sobre todo demostró que es un muy mal árbitro, que es lo importante. Un árbitro pésimo, deplorable, más malo que la carne de pescuezo que se dice en mi tierra.

Ahora bien, apoyarse en eso para justificar el comportamiento de algunos jugadores y técnicos del Madrid no cuela. No. Paradas no influyó en el resultado, más si cabe si tenemos en cuenta que no vió un claro penalti de Arbeloa, aunque la falta del gol fuera inexistente. Pero si con un empate, a falta de siete minutos de reloj nos dedicamos a pegarnos tiros en el pie en lugar de avasallar al rival, pasa lo que pasa, que empatamos y a casa.

Lo de Ramos con una tarjeta amarilla (injusta, si, pero tarjeta al fin y al cabo) no es de recibo. En mitad del campo, con ese aspaviento. No lo entiendo. Y Ozil, vamos hombre, a aplaudir a la ópera o a los toros. Hay que ser estúpido y después obviamente se te queda la cara que se le quedó: de estúpido. Y ese Pepe mentando a la madre del árbitro en el tunel de vestuarios, y esos entrenadores negándo explicaciones y declaraciones, no es de recibo. No señor. Y lo que es peor, todos estos comportamientos son de personas poco inteligentes. Cortas de miras y entendederas. Y encima dejan, una vez más, la imagen del Madrid por los suelos.

Al final del partido, tuve la misma sensación de vergüenza ajena del partido de vuelta de la Supercopa. Hemos vuelto a septiembre, todo el trabajo de estos meses perdido. Esa estrategia milimétricamente planificada, que tan buenos resultados estaba dando, al garete sólo en diez minutos desquiciantes y desquiciados. Serenidad e inteligencia. Y educación, ese es el camino. Y así volveremos a escuchar aquello de ¿Que más quieres que te dé?”.

Mensaje corto a Mou: José, Paradas logró bajarte a su nivel, picaste como un pardillo, caíste en todas sus provocaciones y hoy estáis al mismo nivel: Dos malos profesionales que no respetan los códigos del fútbol. Y ahora mandas a Paramés para que mande un twit denigrante y descalificador.