Real
Madrid 4 – Valladolid 3
Dicen que cuando el
Conde de Romanones fue propuesto para la Real Academia, le sugirió alguien que
hiciese una visita de cortesía a todos los miembros de la Institución
encareciéndoles su apoyo, porque esa era la costumbre. Así es que venciendo el
natural pudor cumplimentó ese requisito y todo el mundo le aseguró que su voto
sería para él. El día de la votación se acercó su secretario y en un aparte le
dijo: Excelencia, traigo malas
noticias: no hemos salido.¿Cómo es posible? -preguntó perplejo- Pero si tenía
garantizada la elección... El funcionario se
encogió de hombros. Pero entonces ¿cuántos
votos he tenido?- quiso saber. Ninguno, Excelencia-
musitó el secretario con un hilo de voz. El político se quedó unos instantes
pensativo y luego cabeceando ligeramente se volvió hacia su ayudante: ¡Joder, qué tropa!,- concluyó.
Ganó el Madrid, marcó 4
y recibió 3. Cumplió con un equipo de circunstancias, que sirve de preparación
para el último reto que queda: la Copa del Rey. Pero ¿a quién le importa eso?
¿Que más da? Los 80.000 que fueron al Bernabeu no fueron a ver ganar a su
equipo, ni a disfrutar con una máquina letal e infatigable llamada Cristiano
Ronaldo, ni siquiera para apreciar si Pepe va recuperando poco a poco la forma.
Por supuesto ver asentarse a un canterano como Nacho tampoco era motivo para
comprar el billete. Bagatelas.
Ellos van a lo
importante, a saber: 1º Si Casillas es o no titular. 2º Si pitan o no a
Mourinho. 3º. A pitar a Higuaín. 4º Si aplauden a Casillas más o menos que a
Cristiano. 5º. Si juegan muchos portugueses y 6º si quién da la rueda de
prensa es Mourinho o Karanka. Lo demás, un partido más, intrascendente.
Además todos sabemos que
lo importante, lo verdaderamente decisivo viene después del partido, con esas
declaraciones a pie de césped, esa zona mixta, esa sala de prensa. Ahí si es
donde se nota el madridismo, ahí es donde se ganan los partidos, los títulos,
el respeto mundial. Ahí es donde reside el ánima errante del espíritu de Juanito.
Es entre los intersticios del washapp donde se trajinan verdaderamente el
armazón de las remontada.
Que queden diez días
para ganar un título que hace dos años parecía lo más grande es anecdótico.
Nosotros a lo nuestro, a elucubrar, a jugar a los cromos, a mover la silla, a
denostar ....... a preparar el futuro, total del presente ya se encarga
Mourinho ¿no?