En la anterior entrada decía que
conozco un refrán que indica que tropezar y no caer, adelantar camino es. El
Madrid tropezó en el Iduna Park de Dortmund y en el tropezón descompuso bastante
la figura. A punto estuvo el tropezón de entrar en la categoría de los risibles,
esos que se agrupan en los resúmenes de Youtube para forzar las carcajadas con
las caídas más variopintas. Pero no fue así, se recompuso, se irguió como el
borracho tras soltarse de la ventana y se fue a las semifinales de Champions,
que no es mal lugar para pasar la noche.
Entre una cosa y otra imagino
que hubo en media España –la madridista - una creciente indignación que no
remitió con el pitido final y en la otra media, compuesta por los seguidores del
Antimadridista, C.F., una emoción esperanzada durante el partido y gran
desencanto final. Cosas del fútbol.
Si queremos ver la botella medio
llena, diremos que Ancelotti ya ha igualado los méritos de Mourinho la temporada
pasada, que no es poco y que muchos no pronosticaban tras la marcha del
portugués. Si la queremos ver medio vacía, diremos que este equipo no da la
impresión de estar preparado para grandes gestas. Y extraña y disgusta este
hecho en igual medida. Florentino Pérez tendrá muchos defectos, seguro, pero en
lo que estaremos de acuerdo es que ha ofrecido a sus entrenadores unas
plantillas potentísimas.
Por ello extraña que el Real
Madrid, con posiblemente la mejor plantilla del mundo, no esté preparado para
afrontar anímicamente partidos de máxima exigencia, dígase una Final de la Copa
del Rey, un partido de Liga vital contra el Barcelona o una semifinal de
Champions. Máxime si en esa plantilla tenemos desde campeones del mundo, balones
de oro, internacionales de las más prestigiosas selecciones y los jóvenes con
más proyección mundial.
Tras el partido de Champions he
oído múltiples críticas a Ancelotti, y ni las entiendo ni las comparto. Si con
este currículo los jugadores no son capaces de afrontar un gol en contra en una
eliminatoria que aventajan por 3-0 no necesitan un entrenador, necesitan una
auxiliar de ayuda a domicilio que les quite las caquitas. No es de recibo que
los jugadores se desencajaran de la forma que lo hicieron, que mostraran tan
escaso espíritu de superación, que vieran el balón como si fuera un áspid.....
Si hacen eso, la conclusión es muy sencilla: No son jugadores del Real Madrid y
por supuesto no merecen el sueldo que se les paga. Así de
simple.
Todos en general, ya que no
quiero entrar a valorar individualmente actuaciones personales que a algunos
dejaron señalados, me temo, para siempre.
El sábado, a la salida al
calentamiento, pitada. Al inicio del partido, pitada. Durante el encuentro,
ánimo, que todos no vamos a ser igual.
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