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Ancelotti es, no lo olvidemos, apuesta personal de Florentino

24 abril 2014

Lisboa está más cerca

Real Madrid 1 - Bayern de Munich 0

Semifinal de Champions. Contra el Bayern, casi nada. Alonso pedía apoyo a la llegada del equipo, y lo hubo pero menos que contra el Borussia. Y es que las remontadas al madridismo nos motivan mucho más que las páginas en blanco de un partido de ida. Sé lo que es vivir Concha Espina de bote en bote y me imagino que el subidón dentro del autobús debe ser tremendo ................ y el achique en el autobús de los rivales equivalente en su grado.

El Bayern inició el partido voraz, con una presión altísima y una velocidad de pase tremenda. El Madrid y el Bernabeu, esa dupla de tan frágil espíritu, se acoquinó. Pero el orden tuvo sus frutos y las embestidas, aunque frecuentes, no dejaban la menor huella. Y el furibundo inicio fue contestando de forma brutal por el arma predilecta de este equipo: el contragolpe. En cuatro pases el balón pasó del área propia a la red de Neuer. Genial pase de CR7, magnífica asistencia de un colosal Coentrao (el que tanto pipero abducido desea su marcha) y Benzemá en modo Champions, marcando.

En otro Bayern, el gol les hubiera servido de acicate, pero en éste poco a poco al Espíritu de la Larga Posesió fue embargando a los bávaros, el rondo perpetuo se autoalimentó de forma continua, como esos bucles de virus jodedores que no fastidian el ordenador pero molestan en grado superlativo. Ante esta propuesta el Madrid respondió de la forma aturrullada que suele, que tan pésimo resultado le dio en el penúltimo partido contra el Barca y que tantas veces ofreció en estos últimos años: balonazo arriba, apresurado y rifado, preferiblemente de Pepe y a rezar para que el defensa falle en el despeje.

Cierto es que tuvo tres ocasiones claras de casi sentenciar la eliminatoria, cierto es que no se sufrió en exceso por las acometidas, pero siempre defendí que el problema no es defender este juego aculado, el problema – y solución – es jugar la pelota con criterio cuando se recupera, sin apresuramiento y ofreciendo dos o tres alternativas para salir con él jugado. Que el rival quiere tenerlo casi eternamente sin crear peligro, vale, pero cuando yo lo tenga que lo obligue a desgastarse jugándolo con criterio.

En el segundo tiempo, como si fuera un ilusionista, Carlo cambió el guión y cogió a Pep y su trouppe un poco a contrapié. El Bayern de la sobrasada, que tan poco gusta a Beckembauer, esperaba un calco de la primera parte y se sorprendió cuando el sumiso se transmutó en activo, se impuso en el centro del campo y le quitó la manija y el control del juego. De esta forma se sufrió menos en la Castellana y las decenas de miles de sucursales madridistas diseminadas por el mundo, pero curiosamente las oportunidades escasearon más que en el primer tiempo.

Y como el tiqui sin atraca no es demasiado efectivo, el Bayern casi ni inquietó a Casillas, los madridistas celebramos el final y los alemanes empezaron a pensar que quizás les habían timado con el cuento ese de la bestia negra........ 1-0, que no es para tirar cohetes pero si para ir con confianza al “infierno alemán” (como lo vamos a oír tropecientas veces en la próxima semana, me apunto la primicia).

Lisboa, que siempre ha estado cerca, está hoy más cerca para millones de madridistas. Ya añoro volver a ver la Torre de Belem, el puente sobre el Tajo..................... Añoranzas preñadas de esperanza.

Me gustó: Pepe, Coentrao, Carvajal y Alonso. Fabulosos. Sólo espero que la piperada entone el Fabio, Fabio como penitencia por tantas faltas de respeto al lateral y que el Marqués del Nabo asuma como cruel pero inevitable que la dupla de laterales derechos del Madrid es la de la Selección.

No me gustó: Que los jugadores hayan olvidado el partido del sábado y sólo hablen del martes próximo. Ojito, que es otra final, que diría el C..... Simeone.

Pepito Grillo: ¿Cómo es posible criticar a Mourinho por defender una tontería supina como que el 0-0 es un buen resultado para el partido de ida y celebrar el del Atleti como una proeza, si morir en el intento?

Franciscus: Cerveza en portugués se pronuncia “servesa” con un poquito deje, como desmadejado.

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