"Cristiano, con dos pelotas"
Real Madrid 2 – Celta 0
Quince días sin el Madrid. Y llega al partido con sus jugadores atacados
por el virus FIFA, el Ébola y la gripe aviar….. Con más bajas que el general
Custer tras sufrir a Toro Sentado. Esto que para Mourinho sería un hándicap,
para los periodistas, aficionados y demás ralea futbolera fue una bendición,
pues nos permitió por unos días hacer de Mou, millones de Mous chiquitines
desparramados por todo el orbe, investidos por momentos con el traje de
entrenador top para recomponer una defensa hecha añicos.
Y yo que soy mortal y voluble,
también caí en la tentación y así el jueves ya pronostiqué en mi TL de Twitter
el siguiente tuit: “Mi defensa Anticeltiña: Nacho, Albiol, Pepe, Ramos. La de
Mou: Essién, Varane, Pepe, Ramos. Espero convencerle antes del sábado”.
Clavado, oiga. Y como pueden comprobar no fui capaz de convencer a Mou.
¿Hubiera sido adecuado incluir a
Nacho en la alineación titular? Guuuuaaaannnnngggggg. Pregunta incorrecta. Ya
quedó dicho que en este blog se sigue la filosofía LQDM: Lo Que Diga Mou. Por
tanto Mou hizo el trabajo por el que le pagan, hacer la alineación, y el resto
de mortales el que nos gustaría: ponernos en su lugar. Visto el resultado,
punto a favor de Mou.
Aunque viendo el inicio del
partido anticipé, al albur, que si el Madrid se ponía 2-0 pronto y cómodo
veríamos salir a Nacho por Özil o Kaká, subiendo a Essien a la medular. Y
pareció que mis deseos se cumplirían: tres minutos, tres ocasiones, once
minutos, golazo de Higuaín que todo el mundo se empeña en buscarle peros. La
cosa prometía, el meta celtiña bizqueaba temeroso de la tormenta que parecía
avecinarse pero poco a poco, inexplicablemente, las ocasiones ralearon, la
velocidad menguó y la goleada que en el primer cuarto de hora parecía una
promesa más fiel que las que se hacen por San Valentín, se evaporó como los
amores de verano.
Y así, sin publicidad, pasamos de
la emoción al aburrimiento, agravado éste por la siesta perdida por culpa del
Córdoba – Castilla (bien mi Cordobita güeno). Ganamos en la posesión, eso sí,
los juntaletras y sabiondos de las ondas, que tanto abogan por el tiqui-taca y
los jugones, tampoco estaban conformes – como no – y el Real Madrid se espesaba
y enlentecía por momentos. En cuarta y a ralentí.Y aunque la diferencia era
pírrica, la sensación de paz y seguridad se extendía como una mancha de aceite
por el Bernabeu y aledaños, puesto que los celtiñas nunca dieron muestras de
ser aguafiestas.
Llegó la segunda parte con el
mismo trantrán, y la tranquilidad en el resultado llegó fruto de un penalti
iniestoso hecho a Özil, que ya miraba al árbitro antes de tocar el césped. Para
desengrasar el aplatanamiento Casillas dio muestras de todo su amplio
repertorio: no mandó en el área, falló en blocajes, se jugó una tarjeta roja y,
por supuesto, hizo un paradón magistral como el gran portero que es. No fue su
mejor día. Y pese a todo, increíblemente, Essién, la otra sonrisa del Madrid
(Ánimo Marcelo) hizo un partido inmejorable en su banda izquierda.
Ahora sólo resta descansar y
prepararse para el decisivo partido contra el Borussia, del que ya anticipo que
me conformo con un empate, que siempre temí a los alemanes, casi siempre con
razón.
Me gustó: Toda la defensa de
sobresaliente, especialmente Essién y Pepe.
No me gustó: Modric, desaparece
demasiadas veces al cabo del partido. Mou ha pedido confianza, por tanto, se la
damos. LQDM. Casillas tampoco estuvo demasiado acertado.
Pepito Grillo: Pepe, ese humano
que creíamos que era visto desde Barcelona como una mezcla entre Sauron y
Shrek, digno como éstos de protagonizar una película sobre su carácter y
acciones de come-niños, resulta que para Sandro Rossell es su particular Carole
Bouquet, su oscuro objeto de deseo. ¡¡ Ayyy Sandro !! Malandrín. Nunca dejarán
de sorprenderme en la Travessera de Les Corts.
Rappel: El miércoles, 1-1. Buen
resultado que prácticamente nos asegura el primer puesto de grupo ganando los
partidos de casa.