
Real Madrid 1 – Racing 0
Vaya por delante que sólo vi algunas fases del partido, sólo retazos, pantallazos de impresión visual.
Llegas a un bar ajeno, inhabitual, ves el marcador, vamos ganando, bien, ¿quién ha marcado? Higuaín. Ya decía yo que el Pipita merecía ser del once. ¿Cómo jugamos?. Mal, aburrido, espeso, sin alma. ¿Y el Racing? Peor que el Alcorcón. Ahí está la explicación. Raúl en el banquillo. Titularísimo. Que cachondo el Pellegrini, parecía tonto.
Descanso. Igual. Vale por ahora. En la segunda mejoran, seguro.
Quedan diez minutos. Vuelvo a llegar. Vamos ganando, sólo 1-0, lagarto, lagarto. Repiten un gol anulado al Racing. No sé, pero me parece legal. Lagarto, lagarto. El parroquiano del lado, blanco como el hombre de Colón, rápidamente alega y me dice: Se han tragado un penalti clarísimo a Benzemá hace un rato. Vale. Aceptamos pulpo como animal de compañía, si ganamos, claro.
Termina el partido. El de antes, en la puerta del bar me dice que al final 1-0. Vale. Gracias. Seguimos en el gris industrial. Ganamos con el escudo y seguimos sin saber de que va esto.
Despierta el alma dual, el míster Hyde, para ver empezar el Barca. Conjuramos a los dioses. Otro bar. Algo más conocido. Messi falla solo. Keita cabecea fuera. Malo, malo. No me gusta como caza la perrita. Dado lo que pasó en la Copa el año pasado, éstos les meten dos, se comen el rabo de los leones y a sestear. Nos vamos. Para despedirnos metemos un par de puyitas a culés conocidos, pero son sin convicción. No me lo creo.
Acosamos a los culés como el mal cortejeador ante los amigos, le pedimos a la chica que baile, aunque sabemos que no va a bailar. Y vamos desganados. Lo hacemos más como obligación que como desafío.
Nos vamos a cenar. Una velita a la virgen para que interceda. Negra, por supuesto.
Son las tantas. Enciendo la radio del coche. Las noticias. “El Madrid llegará como líder al Nou Camp”. Coño. ¿Qué pasa aquí?. Viva la Virgen. Vamos delante. Bueno, pues lo que va delante, atrás no se queda, que dicen en mi pueblo. Me acuesto con una sonrisa. Intento, acoso y nada. Vuelta para el otro lado. Bueno, al menos ganó el Madrid.
Me gustó: Que Raúl fuera suplente, Higuaín titular y que cambiaran a Benzemá. Tiene que espabilar.
No me gustó: Granero sigue sin ser buena noticia.
Pepito Grillo: Hace un par de meses visito la Peña Madridista de Pozoblanco, peña amiga de la Madridista Gachera de mis amores. Debajo de la pantalla un cartel que indica: “PROHIBIDO INSULTAR AL MADRID Y A GUTI”. Genial. ¿Esclarecedor?. Berlanga en su máxima expresión. Me harté de reir.
Rappel: Antes del partido les dije a dos culés, muy culés, y conocidos que el domingo tras el Nou Camp, líderes. Ayer se reían. Hoy dicen que veremos. Va bien. Cagómetro, que diría el Gran Guasch (por lo visto está malito, vaya desde aquí esto como homenaje).
Foto: Corazón Blanco
Llegas a un bar ajeno, inhabitual, ves el marcador, vamos ganando, bien, ¿quién ha marcado? Higuaín. Ya decía yo que el Pipita merecía ser del once. ¿Cómo jugamos?. Mal, aburrido, espeso, sin alma. ¿Y el Racing? Peor que el Alcorcón. Ahí está la explicación. Raúl en el banquillo. Titularísimo. Que cachondo el Pellegrini, parecía tonto.
Descanso. Igual. Vale por ahora. En la segunda mejoran, seguro.
Quedan diez minutos. Vuelvo a llegar. Vamos ganando, sólo 1-0, lagarto, lagarto. Repiten un gol anulado al Racing. No sé, pero me parece legal. Lagarto, lagarto. El parroquiano del lado, blanco como el hombre de Colón, rápidamente alega y me dice: Se han tragado un penalti clarísimo a Benzemá hace un rato. Vale. Aceptamos pulpo como animal de compañía, si ganamos, claro.
Termina el partido. El de antes, en la puerta del bar me dice que al final 1-0. Vale. Gracias. Seguimos en el gris industrial. Ganamos con el escudo y seguimos sin saber de que va esto.
Despierta el alma dual, el míster Hyde, para ver empezar el Barca. Conjuramos a los dioses. Otro bar. Algo más conocido. Messi falla solo. Keita cabecea fuera. Malo, malo. No me gusta como caza la perrita. Dado lo que pasó en la Copa el año pasado, éstos les meten dos, se comen el rabo de los leones y a sestear. Nos vamos. Para despedirnos metemos un par de puyitas a culés conocidos, pero son sin convicción. No me lo creo.
Acosamos a los culés como el mal cortejeador ante los amigos, le pedimos a la chica que baile, aunque sabemos que no va a bailar. Y vamos desganados. Lo hacemos más como obligación que como desafío.
Nos vamos a cenar. Una velita a la virgen para que interceda. Negra, por supuesto.
Son las tantas. Enciendo la radio del coche. Las noticias. “El Madrid llegará como líder al Nou Camp”. Coño. ¿Qué pasa aquí?. Viva la Virgen. Vamos delante. Bueno, pues lo que va delante, atrás no se queda, que dicen en mi pueblo. Me acuesto con una sonrisa. Intento, acoso y nada. Vuelta para el otro lado. Bueno, al menos ganó el Madrid.
Me gustó: Que Raúl fuera suplente, Higuaín titular y que cambiaran a Benzemá. Tiene que espabilar.
No me gustó: Granero sigue sin ser buena noticia.
Pepito Grillo: Hace un par de meses visito la Peña Madridista de Pozoblanco, peña amiga de la Madridista Gachera de mis amores. Debajo de la pantalla un cartel que indica: “PROHIBIDO INSULTAR AL MADRID Y A GUTI”. Genial. ¿Esclarecedor?. Berlanga en su máxima expresión. Me harté de reir.
Rappel: Antes del partido les dije a dos culés, muy culés, y conocidos que el domingo tras el Nou Camp, líderes. Ayer se reían. Hoy dicen que veremos. Va bien. Cagómetro, que diría el Gran Guasch (por lo visto está malito, vaya desde aquí esto como homenaje).
Foto: Corazón Blanco