IMPLOSIÓN GALÁCTICA

Una implosión es una explosión hacia dentro, que muchas veces puede ser silenciosa. Esa es la explicación al fenómeno acaecido anoche en el Bernabeu. Es difícilmente explicable como un equipo es capaz de dominar de cabo a rabo en el primer tiempo y en el segundo tiempo que todas las virtudes que expusieron sobre el césped fueron arrolladas por sus antítesis.

Tras la salida fulgurante, tras el gol tempranero, tras las ocasiones fallidas (algunas imperdonables en Champions), vino primero la relajación basada en una pretendida superioridad, después, tras el descanso apareció el desconcierto ante el brusco cambio de roles, llegó la incertidumbre por el resultado y cerró la procesión la ansiedad, acompañada de la desesperación cuando lo que se vislumbraba inevitable se convirtió en real, merced al gol del Olympique.

Hoy es día de lamentos, de rebuscar excusas manidas, de tópicos, de desahucios y vendettas. Pero todo estas manifestaciones están basadas en el dolor, un dolor casi físico, un dolor que proviene de un desfallecimiento ante lo inevitable. De todas formas es inexplicable que a estas alturas tengamos otra vez que depender de Raúl y Guti para llegar a cuartos. Algo falla.

Tras haber visto últimamente esta película en demasiadas ocasiones, siempre en eliminatorias, creo haber detectado unos patrones de comportamiento que, inevitablemente, año tras año nos acarrean el desastre.

Primero tiramos el partido de ida minusvalorando al rival: siempre somos favoritos. Después, ante el adverso resultado, apelamos a la épica y al fantasma del espíritu de Juanito (que se ha comprado unos cascos con música de AC/DC para no oír todos los años a los pesados que no le dejan descansar). Pedimos a la afición que el miedo escénico marque el primer gol y .............. nos acongojamos miserablemente a nada que el rival tenga un poco de personalidad.

Y así nos va, seis años eliminados en octavos y una mayoría de edad sin ganar la Copa. Estoy cansado de no tener un equipo fiable, estoy cansado de oír que somos los mejores y que cualquier mindundi nos revuelque sobre el fango. Estoy cansado de proyectos edificados sobre las cenizas calientes de los anteriores.

Es momento de pararse a reflexionar, de analizar errores pasados y, a ser posible, no repetirlos. Vamos a dejarnos de desahuciar presidentes interinos, de plantearnos unos objetivos desmedidos sin importar los rivales, de despedir entrenadores a mitad de temporada, de inventar estrellas de medio pelo a precio de tres pelos y medio, vamos a no permitir que una prensa presuntamente amiga no haga más que infligirnos daños colaterales abonando el antimadridismo, dando una imagen de equipo soberbio y favoreciendo el endiosamiento de jóvenes millonarios sin personalidad asentada.

Ahora es el momento. Tenemos un presidente que debe de haber aprendido de errores pasados, una plantilla que es competitiva, que con muy poco se puede compensar y equilibrar, tenemos un objetivo deportivo a nuestro alcance que es la Liga. Una Liga que no podemos tirar una vez más por la borda, haciendo caso de opiniones externas cainitas. Y tenemos tiempo para probar el entrenador que tenemos y buscar uno para el año que viene, si hiciera falta, que la verdad, no lo tengo claro. Y eso que anoche fue a mi parecer el máximo culpable de la eliminación.

Agua pasada no mueve molino, miremos hacia delante, tenemos una Liga a nuestro alcance que puede saber muy dulce para un primer año de proyecto. Después, si somos como las hormigas, pacientes, humildes y trabajadores es posible que vengan muchos más. Aprendamos de ellas.

Me gustó: Cristiano Ronaldo, el mulo. Noventa y seis millones de euros y nadie osa discutir un céntimo del precio. Es único.

No me gustó: Hoy me explayo: Kaká, en vez de enfadarse con el míster debería entonar el mea culpa. Para esto no lo hemos fichado. Que devuelva parte de la ficha.

Higuaín: El Pipita, si quiere ser un jugador de élite, no puede fallar las ocasiones de que dispuso ayer. Esa es la diferencia entre un buen delantero y un gran delantero.

Granero: Simplemente no es jugador para el Real Madrid. Se le ha dado su oportunidad, no la ha aprovechado, adiós y que te vaya bien. Me ha defraudado, y bien que lo siento.

Pellegrini: Con el Alcorconazo pedí su dimisión, hoy no espero que dimita. Primero que gane la Liga y después que se vaya. Ayer demostró que no es el entrenador que necesita el Real Madrid. Ni supo reaccionar a tiempo, ni leyó correctamente el partido, tardó en hacer los cambios, no acertó en ellos y, sobre todo, lo eché a faltar en ocasiones fuera del banquillo. No puede asistir impertérrito al derrumbe de tu equipo y no salir de tu cueva. No señor.

Pepito Grillo: Viendo la imagen del Ser Superior rebulléndose incómodo en su sillón, previendo (como todos salvo Pellegrini) el fatal desenlace, me preguntó: ¿Estaría jurando en arameo al oído de Esperanza Aguirre o conservaría su temple legendario? Apuesto por lo primero.

Otra: Al parecer Ramos se encaró con algunos jugadores franceses en el túnel de vestuarios por recordarle lo del 3-0. Sergio, hijo, quién pierde la prudencia y la humildad no puede exigir respeto a los demás. Espero que aprenda para la próxima. Y no sólo el.

Rappel: Está tirado. Pellegrini no continúa la próxima temporada. Ya se que no soy original, pero hay que aprovechar las rebajas.