Sí, sé que lo primero es
la renovación de Cristiano, que Bale es estratégico, que un buen 9 es (a la
espera del ilusionante Jesé) casi obligatorio ........... todo cierto, todo
defendible, todo real........... pero insuficiente. La victoria no sólo se urde
en el terreno deportivo, existen otros ámbitos en que es necesaria una
actuación acertada para que el proyecto íntegro alcance su plenitud. El Real
Madrid tiene abierta una batalla en la que, de un tiempo a esta parte, sólo
cosecha derrota tras derrota: la batalla mediática. Y esta batalla es
fundamental para conservar el puesto de privilegio que aún hoy ostenta.
Goebbels consiguió
mediante la propaganda aupar a Hitler al poder, Bush hijo invadió Irak con la excusa imaginaria de unas
armas químicas que amenazaban a la humanidad, los Reyes Católicos mediante la
Inquisición achacaron injustamente a los judíos prácticas, condiciones y vicios
que aún hoy perduran. Estos son sólo tres ejemplos de la influencia de la
propaganda y las batallas mediáticas en la historia.
En la última década se
ha intentando (y conseguido) vender un mensaje antimadridista, achacándole el
papel de villano en cualquier asunto que le afectara aunque fuera de forma
tangencial. Las continuas afrentas, la pérdida de un presunto señorío, no tener
un sistema predefinido de juego, falta de estilo, carecer de proyecto,
conductas violentas, soberbia, prepotencia, avasallamiento económico, etc...
han sido estereotipos asignados al Real Madrid, que han ido calando en la opinión
pública merced a una propaganda goebbeliana en la que, por supuesto, se ofrecía
casualmente al Barca como adalid de la pureza, el jogo bonito, la humildad y la
paz en el mundo.
Y en los tres últimos
años esta campaña mediática alcanzó límites nunca vistos, se cobró la cabeza
del entrenador preferido por la afición y hoy apunta sus puyas y manejos contra
la pieza final: Florentino Pérez. Y Florentino lo sabe, como no.
Esa batalla es real, se
está jugando día a día y se está perdiendo. Recuerdo como Florentino intentó
utilizar la comida de navidad con los medios para la construcción de puentes de
encuentro, recuerdo algunos desaires sufridos al negarse algunos invitados a
acudir con la excusa de un risible acoso a un reportero de cuarta fila y como
pocos días más tarde Marca, mediante aquella portada agorera de “Presi, en
Junio o Mou o nosotros”, obligó al Presidente a salir a escena a desmentir lo
que todos sabíamos que era verdad y que se acabó cumpliendo. Día a día, las
editoriales del As, son como pellizcos de monja en los cachetes. Esto sólo por
citar algún ejemplo.
Con José Mourinho el
club tenía, pese a muchos, un mensaje universal, claro, nítido, evidente. Y con
él al mejor comunicador posible. Hoy asignar ese papel a Ancelotti es
inconcebible, además de innecesario. Zidane tampoco parece que tenga la
elocuencia y la capacidad de persuasión en su catálogo de virtudes. Butragueño
es más de sermón beatífico de misa de domingo y no le hallo en ese papel de
párroco enérgico, influyente y viral que sería necesario. Pardeza, obviamente
ni me lo planteo, hasta yo sería más adecuado.
García Ferreras cumple a
la perfección ese papel de Dircom estelar, con un prestigio mediático
indudable, que supo crear de la nada la televisión blanca, dotarla de un mensaje
y crear el discurso del Madrid galáctico, bussines plan que permitió un
crecimiento espectacular del marketing como ingreso. Quién lea sus columnas en
Marca, podrá apreciar la gran capacidad de análisis de la actualidad, sus
mensajes directos, concisos y su defensa de la casa blanca.
A Mourinho la UEFA le
podía sancionar por sus declaraciones, a García Ferreras no. Su papel alejado
del ámbito deportivo le permitiría trasladar, como único interlocutor, los
mensajes, las posturas y los proyectos del Real Madrid, dotando el discurso de
la persuasión que ahora carece, consiguiendo equilibrar la balanza mediática y que
se vuelva a considerar al Real Madrid como ejemplo a seguir, en todos los
ámbitos y en todo el mundo.
Hoy el Real Madrid, al
igual que tiene un director general económico, necesita sin remedio un director
general de comunicación que traslade el mensaje que el club priorice, que con
su influencia cree nuevas relaciones con los medios, basadas en el respeto, la
colaboración y el beneficio mutuo, con la cancelación de acuerdos de cesión de
patrocinio para promociones para los medios hostiles................ con una
estrategia de comunicación clara, profesional, líder y a la altura del mayor y
mejor club del mundo.
Por eso, Florentino,
piénsalo y fíchalo. Y con ficha de galáctico, no escatimes.