"Tranqui, Manzano, que eres el mejor. Buen rollo, tronko"
Ahora que estamos en momentos felices y en la
antesala del Clásico sería bueno hacer hincapié en una de las principales
novedades del equipo respecto a la pasada temporada y que explica en parte el
éxito de la travesía hasta el momento.
El Real Madrid ha cambiado de forma radical
(dedazos aparte) su comportamiento ante los contrarios, ya sean jugadores,
técnicos y aficiones rivales. Este año parece que hay una consigna general de
usar “el buen rollo” ante las provocaciones, agresiones o alusiones de rivales
en el campo. Y digo ante rivales en el campo, pues considero que fuera de él
siempre han sido modélicos (quitando alguna bravata de Cristiano, que ya está
puliendo).
Y el derbi pasado es buena prueba de ello. Viendo
como se desarrolló el partido y si pudiéramos extrapolar los hechos al año
pasado, sería casi milagroso que no hubiera ninguna tangana, ningún reproche
hacia las agresiones rivales, ninguna devolución extemporánea del daño causado.
Estoy seguro que en el pasado Pepe, Ramos, Marcelo y compañía habrían adoptado
en algún momento esa pose de carneros ibéricos, testuz contra testuz, en claro
reto hacia el contrario. Incluso se rumorea que a Di María se le ha sugerido
posponer las veleidades teatrales para otros ámbitos personales (fiesta fin de
curso de los niños, ante la esposa por llegada como una cuba al alba, alabando el guiso de la suegra, etc..).
Este año no, este año se ha virado hasta la
bonhomía (adquirida por ósmosis de Del Bosque, supongo ), hacia la comprensión,
la paz y la armonía, para buscar un equipo simpático, o al menos no antipático. Así el nuevo manual parece
recomendar ante la patada gesto de incomprensión; ante el árbitro reprensión
comedida, casi educativa; ante las provocaciones sonrisa despectiva, casi
divertida. Y pelillos a la mar.
Si fuéramos católicos (cristianos ya lo somos)
diríamos que la política a seguir el año pasado era el ojo por ojo. Pero este
año, la teoría general es tratar de ser buenos cristianos, es ofrecer la otra
mejilla que diría mi madre, casi pedir perdón por ser tan buenos. Si oímos al
míster, sus ruedas de prensa ya no ofrecen titular tras titular, sus comentarios
sobre sus compañeros son siempre apreciativos, su definición de las virtudes de
su equipo son casi de una modestia monacal, los mensajes a las aficiones rivales
o no existen o son neutras, como el ph 7.
Y entiendo que es una buena
postura. Es aprender de los errores del pasado. Es poner en una balanza los
beneficios y perjuicios de las trifulcas pasadas y apreciar el resultado. Simplemente es ser inteligentes. Algo en que no me duelen prendas en reconocer que nos ganaron los culés de calle el año pasado. Por ello saludo desde aquí el triunfo de la inteligencia, y la abundancia de frutos recogidos por ello.
Pepito Grillo: De la tarjeta a Piqué, mi postura no varía sobre lo dicho con el affaire del Ajax. No se debe sancionar. Nada. Si se equivocaron con el Madrid, no se debe pretender que se vuelvan a equivocar. La razón primero. Eso si, lo que no es de recibo es la sonrisita del árbitro. Hombre, disimula un poco, que se te ve el plumero. Plumero azul y grana, por supuesto.
Rappel: Apuesta arriesgada. Apuesto a que en las ruedas de prensa previas al Clásico, Guardiola parecerá Mourinho y viceversa.
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