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Ancelotti es, no lo olvidemos, apuesta personal de Florentino

30 noviembre 2011

EL TRIUNFO DE LA INTELIGENCIA



"Tranqui, Manzano, que eres el mejor. Buen rollo, tronko"

Ahora que estamos en momentos felices y en la antesala del Clásico sería bueno hacer hincapié en una de las principales novedades del equipo respecto a la pasada temporada y que explica en parte el éxito de la travesía hasta el momento.

El Real Madrid ha cambiado de forma radical (dedazos aparte) su comportamiento ante los contrarios, ya sean jugadores, técnicos y aficiones rivales. Este año parece que hay una consigna general de usar “el buen rollo” ante las provocaciones, agresiones o alusiones de rivales en el campo. Y digo ante rivales en el campo, pues considero que fuera de él siempre han sido modélicos (quitando alguna bravata de Cristiano, que ya está puliendo).

Y el derbi pasado es buena prueba de ello. Viendo como se desarrolló el partido y si pudiéramos extrapolar los hechos al año pasado, sería casi milagroso que no hubiera ninguna tangana, ningún reproche hacia las agresiones rivales, ninguna devolución extemporánea del daño causado. Estoy seguro que en el pasado Pepe, Ramos, Marcelo y compañía habrían adoptado en algún momento esa pose de carneros ibéricos, testuz contra testuz, en claro reto hacia el contrario. Incluso se rumorea que a Di María se le ha sugerido posponer las veleidades teatrales para otros ámbitos personales (fiesta fin de curso de los niños, ante la esposa por llegada como una cuba al alba, alabando el guiso de la suegra, etc..).

Este año no, este año se ha virado hasta la bonhomía (adquirida por ósmosis de Del Bosque, supongo ), hacia la comprensión, la paz y la armonía, para buscar un equipo simpático, o al menos no antipático. Así el nuevo manual parece recomendar ante la patada gesto de incomprensión; ante el árbitro reprensión comedida, casi educativa; ante las provocaciones sonrisa despectiva, casi divertida. Y pelillos a la mar.

Si fuéramos católicos (cristianos ya lo somos) diríamos que la política a seguir el año pasado era el ojo por ojo. Pero este año, la teoría general es tratar de ser buenos cristianos, es ofrecer la otra mejilla que diría mi madre, casi pedir perdón por ser tan buenos. Si oímos al míster, sus ruedas de prensa ya no ofrecen titular tras titular, sus comentarios sobre sus compañeros son siempre apreciativos, su definición de las virtudes de su equipo son casi de una modestia monacal, los mensajes a las aficiones rivales o no existen o son neutras, como el ph 7.

Y entiendo que es una buena postura. Es aprender de los errores del pasado. Es poner en una balanza los beneficios y perjuicios de las trifulcas pasadas y apreciar el resultado. Simplemente es ser inteligentes. Algo en que no me duelen prendas en reconocer que nos ganaron los culés de calle el año pasado. Por ello saludo desde aquí el triunfo de la inteligencia, y la abundancia de frutos recogidos por ello.

Pepito Grillo: De la tarjeta a Piqué, mi postura no varía sobre lo dicho con el affaire del Ajax. No se debe sancionar. Nada. Si se equivocaron con el Madrid, no se debe pretender que se vuelvan a equivocar. La razón primero. Eso si, lo que no es de recibo es la sonrisita del árbitro. Hombre, disimula un poco, que se te ve el plumero. Plumero azul y grana, por supuesto.

Rappel: Apuesta arriesgada. Apuesto a que en las ruedas de prensa previas al Clásico, Guardiola parecerá Mourinho y viceversa.

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