El Real Madrid es tan
grande que hasta las crisis las hacemos en superlativo. Hoy el Madrid está en
crisis, si, como lo oyen. Y con razón, claro. Luego te paras a pensar en la
situación actual y resulta que sólo llevamos un mes y medio de competición
oficial, el equipo de Zidane está invicto, colíder en Liga y en Champions y en
la Copa del Rey, como no ha empezado, aún no han podido expulsarnos. Y hace
tres meses que se ganó la Undécima. Supongo que los del Almería dirán que a
esas crisis se apuntan ellos. Y con razón también, claro.
Haya o no crisis, los
madridistas estamos que nos tiramos de los pelos por la racha de cuatro empates
seguidos, tres si exceptuamos el de Dormuntd que es un gran resultado. Y es que
aunque está claro que en la Liga no se pueden ganar todos los partidos, no es
menos cierto que los empates ante Las Palmas y Eibar son, cuando menos,
sangrantes. Y el problema es que este cuento ya lo hemos vivido en demasiadas
ocasiones, el año pasado por estas fechas sin ir más lejos.
Hoy no puedo por menos que
carcajearme cuando releo aquellas declaraciones de Ramos, Modric, Pepe, etc… en
las que proclamaban a los cuatro vientos que la Liga era el primer objetivo
esta temporada. Anda ya ....... a otro perro con ese hueso. Y es que, aunque se me
pueda tachar de chulo, creo honradamente que las Ligas jugadas tras ganar la
Liga de los récords, simplemente las hemos regalado. Es acordarme de la que
ganó el Atleti y es que me entran las siete cosas………………..
Y con estos argumentos,
volvemos a la pregunta fundamental, al meollo de la cuestión: ¿De quién es la
culpa? Para mí, clarísimamente, de los jugadores, especialmente de los pesos
pesados del vestuario. Ni Zidane, ni lesiones, ni suplentes, ni bajas formas,
ni gaitas…… A Las Palmas y al Eibar con el pito nos los foll…….. , que diría
Benito Floro. Y es que aquella filípica de los 80's podría haberse producido
perfectamente en el descanso del domingo, perfectamente.
Y este hecho nos lleva de
nuevo, cíclicamente, al origen de la crisis. Zidane no cesa de pedir
intensidad, como antes lo hicieron Benítez, Mourinho, Floro, Capello y decenas
de entrenadores más (Carletto no, y pasó lo que pasó). Tantas veces, tantas
ocasiones regaladas, tantos declaraciones monjiles tras los tropiezos ¡¡¡ que
hartazgo !!! Mi explicación es muy sencilla: los jugadores del Madrid son
esclavos por propia iniciativa de la Ley del Péndulo. Cuando la inercia del equipo
llega a su cénit cosechando títulos, automáticamente se inicia un nuevo ciclo en
que la molicie, la pachorra y la sobradez nos llevan al desastre. Y una vez
allí, vuelven a echarle lo que hay que echarle y nos vuelven a llevar a la
gloria …. Y vuelta a empezar.
Ahora sólo falta que venga
Ramos con sus discursitos………….. ¡¡ Que hartón de sobrados !!
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