El martes el Real Madrid
le endosó un 5-1 al Legia Varsovia, en un partido de ida y vuelta, pleno de
ocasiones, goles, dinámico y atractivo para el espectador. O al menos, para
quién guste de ese tipo de fútbol sin reservas, sin tacticismos y basado en
potenciar el ataque sobre las defensas. Zidane sacó en un mismo once a Danilo,
Marcelo, Kroos, James, Asensio y la BBC. Sólo faltó Ramos de central para que
todo fuera un circo a tres pistas.
Pues oye, uno que estaba
con su cubata y sus pipas disfrutando del partido, a poco que prestaba atención
a los comentaristas de Antena 3, sufría un coitus interruptus. Que si el Legia
era con total seguridad el peor equipo de la Champions apostillaba Helguera,
que si "por momentos" el Real Madrid perdía el control del partido, que
si el resultado era un poco exagerado porque los polacos (de Polonia) habían
tirado una al palo y una oportunidad clara, que si Danilo ofrecía muchas dudas,
que si Cristiano fatal, que si patatín, que si patatán……. un desastre todo. ¡¡ Que
ganas de echarle agua al vino, oye !!
Hemos oído mil veces lo de
que en un partido loco, sin esquemas tácticos, el Madrid siempre te acaba
matando, ¿no? Entonces ¿porqué no proponer ese partido ante un rival que
parecía entrenado por Paco Jémez? Pues no señor, tampoco están contentos. Si
Cristiano, en lugar de tirarlo todo le daba por caer a banda, asistir y apoyar
en estático, decían que está ansioso por marcar y está muy lento. Si marca tres
al Legia, que sólo marca a equipos pequeños. Nunca acertamos. Siempre, siempre,
quieren la otra bicicleta.
Pero como soy de analizar
las cosas, a fin de cuestionar mi propio criterio, me propuse como experimento
sociológico y comparativo ver el Barcelona - City de ayer. ¡¡ Y que cambio, oye
¡¡ Todo era fluir, magia y acontecimientos extraordinarios………… Que en todo el
primer tiempo sólo pudiera marcar de accidente y donación, que sólo tirara dos
veces a puerta, que el mejor del Barca fuera Ter Stegen, que el City daba mucha
más sensación de peligro que el Barca no era óbice para que los sesudos
analistas sólo se dedicaran a la vanagloria y ascensión a los altares de …………… un equipo que no había jugado a nada. Ni un pimiento.
Después ya llego la cómica expulsión del Bravo
y ya todo se desdibujó. El City creyó que le había tocado el Barca en el amigo
invisible y sus regalos eran como el becario que lo invitan por primera vez.
Así el partido, ya no tenía interés académico para mi estudio y a partir de ahí
sólo me dediqué a estudiar las posibles caras de mala leche de SuperPep ante el
estropicio de su equipo. ¡¡¡ Que templanza, que espíritu deportivo ante la
derrota, que sonrisa al dar la mano !!! Ni un topetazo al banquillo, ni tirar
la botellita de agua, ni un puntapié al sacrosanto céspet independentista, nada……..
Paciencia franciscana. O seny, claro.
Para acabar el
experimento, me encogí al final, temiendo la rajada monumental de Pep ante la
labor árbitral que, en el mismo descanso, obvió pitar un clarísimo penalti de
Digne que serviría para empatar el partido en un momento clave. Sabiendo cómo
se las ha gastado en otras ocasiones Pep, temía que salieran sapos y culebras
de su boca, pero no, sólo recordó que su City es un equipucho recién llegado a
Europa y que la goleada, regalos y ridículos eran cosas del fútbol. Lo dicho,
seny y valors………
Por ello, una vez analizados
todos los parámetros evaluados en el experimento, mi recomendación es que si
pueden, vean los partidos del Madrid con el volumen quitado. Les irá mejor.
Saludos.
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