Granada 0 - Real Madrid 4
Empezó
la jornada con el navajero Caparrós rompiendo el Marca en plena rueda de
prensa. Habrá maneras más originales de hacerlo, pero mejores, pocas. Después,
previo pescozón y recordatorio de cabezas de caballos en la cama, recompuso el
gesto, pidió sumisamente perdón y en la siguiente rueda de prensa se dio tres
golpes en el pecho, para así poder seguir siendo uno de los suyos. Habrá formas
más originales de evitar un rapapolvo mediático por un 0-4, pero pocas más
humillantes que esa.
Y en
medio de todo este carnaval el Real Madrid endosó el predicho 0-4 a un Granada
voluntarioso, pelín cerril, de pierna lenta en las disputas y que nunca
descompuso el gesto, pues sólo le quedaba el acicate de marcar un gol al
Campeón de Europa (habrá que repetirlo muchas veces, que parece que ya se ha
olvidado), que no es poca meta, y a eso dedicó sus esfuerzos, baldíos pero
ejemplares.
Todo
esto en un clima previo y posterior de euforia merengue generalizada, que más
recuerda a la celebración venturosa de una Primera Comunión, con sus regalos,
sonrisas, alabanzas al blanco inmaculado de la niña y a la elegancia del traje
de sus padres que a crónicas sobre el Real Madrid. Cuando el viernes me asomé a
Internet, no daba crédito: todo eran alabanzas sin cuento, homenajes casi
serviles y lisonjas indiscriminadas.
Sólo
desentonaba, como el comentario sibilino de la vecina envidiosa en la Comunión,
las posibles advertencias-reproches de la última moda respecto a la vuelta de
Bale. Pero claro, para quién ha pasado lustros oyendo que el Madrid no juega a
nada, es un equipo sin proyecto, el entrenador es un títere de Floper, sólo
fichamos jugadores para vender camisetas, es un equipo violento, chulo,
prepotente y sin señorío, que sus copas de europa, en minúsculas, son ánforas
manchadas de sangre, esto es como un rasguño para Rambo, inapreciable.
Por
ello, yo mismo me extrañé del súbito ataque de prudencia catastrofista que me
embargó en la previa, eso que tanto critico en los demás. Los dientes me
castañeteaban recordando cuantas veces habíamos sido el sábado anterior los
mejores del mundo, durmiendo los lunes atiborrados de premios, el miércoles
campeones de la Copa del Rey y el sábado....... batacazo. Parecía que ya
habíamos ganado el viernes, de ahí el espectáculo teatral y vodevilesco de
Caparrós.
Pero no,
tan pronto supe la alineación de Carlo se disiparon mis temores, cual nube de
vapor de olla express. La mejor forma de advertir a sus jugadores sobre la
importancia del partido fue esa: No reservo nada, como si fuera la final de la
Champions.Y ahí vi, una vez más, otro signo de la sabiduría de este italiano
que, como el perro con el hueso (tu duro pues yo despacio) va torciendo
espíritus críticos con la misma paciencia que los viejos trenzaban cestas de
mimbre. Y mimbres tiene Carlo, para hacer no una cesta sino una tienda de
ellas.
Y así
pasó lo que pasó, pero que yo no pienso contar ya que todo el mundo lo vio.
Sólo me quedó una imagen: la alegría inundando Los Cármenes, la alegría de esos
niños que invadieron el campo buscando a sus ídolos como el eremita busca la razón
de ser en el desierto. Esa es la gran victoria del Real Madrid y lo demás,
lisonjas interesadas.
Me gustó: James.
No sé cuantas autopistas más tendrá que hacer Floper en Colombia cuando se den
cuenta los cafeteros que los timamos. Miedo me da.
No me gustó: Lo
tardío, una vez más, de los cambios de Ancelotti. En un partido más que
decidido, quién quita el cuerpo quita el peligro. O carrera que no da el
caballo, en su cuerpo la lleva (hoy he amanecido refranero).
Pepito Grillo: Tebas
y sus premios LFP. Los indios sintiéndose ninguneados, que me extraña mucho en
una afición que hace mucho, mucho tiempo, asumió y dió por buena su definición
de “el pupas”. Pero lo que más me llama la atención es el esfuerzo de los
chupatintas mierderos en intentar señalar que todo esto es culpa, una vez más,
del Madrid. No obstante todos tienen una parte de razón, pues la forma de
gestionar estos premios es ampliamente mejorable.
Con los millones de euros que presupuesta la
LFP, ¿no se puede gastar unos miles en contratar a una agencia de transportes
para que entregue y recoja, personal e indubitadamente, unos sobres con la
votación, hagan que le firmen un recibí ochenta personas y hagan pública el
acta de entrega y recogida? ¿Tan complicado es? Cualquier sociedad anónima de
éste país, con menos de un millón de euros de capital social lo hace todos los
años con motivo de sus asambleas generales, ¿no?
Otra
cosa es que, en el fondo, todos pidan transparencia con la boca pequeña, pero
no intenten siquiera explicar, por que no les interesa, claro, porqué todos los
capitanes votaron a los blancos y no a los atléticos.
Franciscus: El
Barca, pese a todo, será el rival a batir, no lo duden. Y no será fácil.
Grande Blanco Doble. Muy bueno el "Me gustó" y de acuerdo en el "No me gustó", puede que en el futuro esos minutos que están jugando de mas algunos jugadores los echemos en falta. En cuanto al "Pepito Grillo" solo decir que si realmente los premios se entregaron a quien no fue elegido vencedor, el máximo beneficiario es la LFP. Que lustre puede dar a los trofeos elegir a Gabi entre los premiados, un elemento que se dedica a la compra-venta de partidos o a Miranda
ResponderEliminarque hace dos temporadas no le conocia ni Dios.
A mi me parece que al madridismo entero (incluidos club y jugadores) estos premios les traia al pairo.
Abrazos.