COMME LE COQ DU MORÓN

Pasaporte a semis del centenario 

(Como el gallo de Morón, en la lengua del imperio)

En Morón de la Frontera, actual provincia de Sevilla, allá por el año 1,500 se dividieron en dos bandos los vecinos, se enardecieron los ánimos y libraron verdaderas batallas. La Cancillería de Granada envió un juez con fama de matón, para poner orden, que repetía siempre "donde canta este gallo no canta otro". Los moronenses cansados de sus bravatas se pusieron de acuerdo y después de dejarlo completamente desnudo lo apalearon; por dicho motivo nació el popular refrán: "Te vas a quedar como el gallo de Morón sin plumas y cacareando en la mejor ocasión"

Pues así han quedado los gallos franceses en los cuartos de final, desplumados y casi sin cacarear, porque por no quedarle, no les ha quedado ni el derecho al cacareo. Hoy si yo fuera francés, que afortunadamente y gracias a mis padres no ha sido así, estaría furioso, más que eso, iracundo. Porque el partido que Francia ha hecho esta noche es para enviarlos a la Martinica sin billete de vuelta.

Ante eso España se ha limitado a verlas venir, a exasperar a propios y ajenos con ese tiqui taca cansino, horizontal, plano. Usando además un ritmo más apropiado de octogenarios artríticos que de un equipo que debe jugar un partido al límite. Pero al final, cuando ves el marcador, la cara de Casillas, más pendiente de la Carbonero en la banda que de los delanteros rivales, con dos goles a favor, dejando al rival en media ocasión y pasando los mismos apuros que Obama para encontrar aparcamiento, pues que quieren que les diga, perfecto. El problema es de los otros, que yo voy ganando ¿verdad?, pues eso. Perfecto.

No obstante, si entramos a analizar el partido, no queda más remedio que subir a los altares el majestuoso partido de Alonso, sin olvidar las magníficas actuaciones de Busquets y Ramos. Del resto, anodinos la mayoría y resaltar en negativo las pobres actuaciones de Silva, Arbeloa y, muy especialmente, Xavi Hernández que está completando una Eurocopa horrenda, aunque ya se guardará Del Bosque de osar discutir su presencia en el campo.

De los galos, salvo Riberý, voluntarioso y luchador, el resto como el camembert, suaves y delicados. Y Benzemá mal, torpe y frío en exceso. Mis temores previos sobre su actuación fueron felizmente infundados. Mejor así. Tal ha sido así que mi suegra cuando llegué a casa me preguntó si España había perdido, ya que no se oía ni una mosca y volvía pronto. La  verdadera razón es que buscaba a su hija y que la eliminatoria ha sido tan fácil que ni nos hemos tensionado. Costumbres de nuevos ricos, según Del Bosque.

Y henos aquí, en semifinales y casi sin despeinarnos. Un ratito malo contra Italia, un ratazo malo contra Croacia, pero vamos, tampoco mal de morir, que no fue una peritonitis ni muchísimo menos.

Y no sé si por fortuna o porque la verdad futbolística va abriéndose poco a poco camino, resulta que los tres semifinalistas lo son gracias a actuaciones estelares de madridistas: Portugal por Cristiano, Alemania por Özil y Khedira y España por Xabi Alonso. Y hoy me acordé de Juande Ramos, el que no hace tanto fue entrenador del Madrid y que apostilló ante los malos resultados, con toda la razón del mundo, que la plantilla del Madrid de entonces no podía aspirar a más de lo que hizo.

Hoy la plantilla del Madrid es probablemente la mejor del mundo y la prueba está aquí, en el torneo más elitista de la actualidad. En la cúspide de la créme de la créme siempre hay un madridista. Y esto hace sólo tres años era impensable. Alegrémonos por tanto y esperemos que la semilla empiece a dar sus frutos de manera abundante.

Pepito Grillo: No ví el partido de Portugal y al otro día me entero que lo más reseñable del partido es que hay polémica con la celebración del gol de Cristiano. Normalmente sería cómica toda la parafernalia que montaron, pero como sé que tras todo ello sólo anida la mala leche, no tengo más que sorprenderme por el grado de enfermedad biliar que tienen tantos “periodistas” de este país. Lo suyo es patológico, aunque sé que por suerte su enfermedad sólo tiene un destino: agravarse. Para mi alegría.

Ya anticipo que dirán en caso de eliminar a Portugal y cómo personalizaran la derrota. Pero tranquilos, después quedará Alemania, en la que también hay madridistas a quién crucificar.

Rappel: Mi porra al inicio de la Eurocopa era una final Francia – Italia. Visto el desastre, asumo con deportividad las críticas y anuncio que hoy estoy por darle la razón a Platini, que no es que entienda más que yo, pero tiene algo más de influencia:La final será España – Alemania. Y que sea lo que el fútbol quiera.