LA HISTORIA RENUENTE

"La peor foto posible"

Bayern München 2 – Real Madrid 1

Pues nada, otra vez caímos en Munich. Ya decía yo que un empate a 1 sería un resultado fantástico y parecía que iba a ser así, pero el granadíno Mario Gómez nos aguó la fiesta en el minuto 90. Y a Mourinho se le quedó cara de tonto. Y así, una vez más, se volvió a repetir la historia que indica que lo normal es perder en casa del Bayern, argumento para una historia renuente de encuentros y desencuentros.

Pese a todo, y ante el desconcierto de quienes me acompañaban, volví a casa medianamente satisfecho con el partido del Real Madrid y con el resultado final. En primer lugar creo que el Bayern no mereció ganar, el empate hubiera sido un resultado más justo. En segundo lugar el árbitro hizo un buen arbitraje, pese a que el primer gol fuera ilegal por fuera de juego y que venga precedido de una posible mano, es una jugada muy rápida que es muy difícil de apreciar. Y eso es una buena noticia ante mis miedos previos.

Y en tercer lugar y más importante, estoy convencido de que el Real Madrid es superior al Bayern y la eliminatoria está muy favorable para ser finiquitada en el Bernabeu. Cuando el Madrid decidió tocar y combinar en lugar de rifar y conducir el Bayern no tuvo argumentos. Se llegaba con facilidad hasta el área y sólo la oscura noche de Cristiano y la poca suerte de Benzemá propiciaron la poca eficacia frente a puerta.

Y es que el problema fue que los blancos fueron incapaces de sobreponerse en muchas ocasiones al empuje, con más determinación que fútbol, de los bávaros. El Bayern ganó en motivación, en empuje, en rabia y en poner siempre ese puntito pelín germano hosco y malencarado que tan bien definió Oliver Khan. Y ante esa presión el Madrid contestó con demasiados balones rifados de cara a la defensa, con una impaciencia innecesaria para dar salida al balón y con un exceso de conducción de sus puntas, especialmente Di María y Cristiano. Quizás el rigor táctico impuesto por el míster hizo que el equipo se mostrara lento en demasiadas ocasiones.

Ahora sólo queda aprender de los errores cometidos, que los hubo, incidir en los aciertos, que fueron muchos más que los errores y esperar a que el Bernabeu vuelva a vivir una noche mágica, con la promesa de volver al Allianz Arena para jugar una final soñada. Y aún queda cerveza, por lo que sería una ofensa desperdiciarla.

Me gustó: Creo que voy a disentir de la verdad “oficiosa” de los medios en general y de muchos en particular pero para mí Coentrao y Khedira fueron de lo mejor del Madrid. El portugués anuló casi por completo a Robben, el más peligroso a priori, y el segundo gol no fue culpa suya, pues tuvo que acudir vencido a Lahm, cuando su puesto estaba con Robben. Y Khedira hizo un partido soberbio, con una omnipresencia potente y abarcando una zona enorme de influencia. Eclipsó totalmente a Alonso. Benzemá también estuvo a buen nivel.

No me gustó: En primer lugar el patadón de Marcelo sin venir a cuento y con el partido finiquitado. Si a Pepe se le acusa de tocar el cable pelado con demasiado frecuencia, a Marcelo parece que la presión de estos partidos top le sobrepasa. Y la masa sigue preguntándose porqué Coentrao juega los partidos importantes. Después me defraudaron totalmente Cristiano y Alonso, y no tuvieron su mejor día Di María y Ramos (culpable de los dos goles).

Pepito Grillo: Robben no acabó de demostrar que sería titular en este equipo, pese a sus esfuerzos. Ribery si demostró que puede ser un jugador con ADN Barca. Y Howard Webb, consciente del prejuicio mostrado en este blog, nos demostró que es un buen árbitro, demasiado teatral quizás, pero bastante acertado.