Seguro que son imaginaciones mías
pero detecto cierto aire de distracción entre el pueblo blanco ante la cita
crucial de esta noche. Pareciera que el grado de confrontación futbolística con
el Barcelona ha calado tan hondo que damos por hecho que sólo el equipo culé es
el que nos separa de los dos títulos en juego y no es así. Ni mucho menos.
El partido de hoy es un partido
histórico, de esos que recuerdas varios años después. Y el Bayern es un rival
histórico, puede que nuestra bestia negra como venden en sus camisetas, por que
no. Aunque también se podría decir, en justa reciprocidad, que el Real Madrid
es su bestia blanca. Cuatro a cuatro en eliminatorias previas da idea de la
igualdad que siempre han presidido nuestros duelos y estoy seguro que el de
hoy será igual.
El Bayern es hoy por hoy
posiblemente el tercer mejor equipo del mundo, y su sitio de honor en las
semifinales así lo avalan. Por tanto tenemos enfrente un gran rival, muy
motivado y con un once espectacular. Desde Neuer hasta Robben, pasando por
Ribery, Schweinsteiger, Lahm, Cross, Mario Gómez o Muller, mi gran debilidad,
son un equipo potentísimo.
Y mi gran miedo y zozobra consiste (además
de la actuación arbitral) en que en este
lance se unen a la vez los mayores defectos propios con las mayores virtudes
del rival y viceversa. Me explico, el Real Madrid, en mi opinión, tiene un
nivel más bajo en sus dos laterales que en el resto de la plantilla. Arbeloa y
Marcelo (o Coentrao, da igual) pueden ser los puntos más débiles de nuestro
once, mientras el Bayern su mayor virtud es disponer de dos extremos
peligrosísimos, Robben y Riberý, más el primero que el segundo.
A sensu contrario, habría que
destacar que la pareja de centrales del Bayern desmerece en parte el fulgor de
su medular y ataque, así Boateng y Bastuber son centrales muy físicos, si, pero
bastante lentos, algo tronquitos para entendernos. Además hacen un balance
defensivo lento y desubicado frente a balones a la espalda. Y ahí el Madrid,
con Cristiano y Benzemá puede contraponer su mayor virtud, la velocidad y el
despliegue fulminante.
Además de estos duelos, habrá otros
magníficos de ver, como el de las porterías donde se dan cita dos de los tres o
cuatro mejores porteros del mundo. También será digno de apreciar la lucha
entre Alonso y Schweini o Mario Gómez y Pepe. En estos enfrentamientos creo que los blancos están por encima de los bávaros y pueden ser donde se
desequilibre el resultado.
Con estas premisas yo abogo por usar
a Marcelo como extremo, con Coentrao como lateral y así tapar una banda que
puede ser mortífera con Robben, dejando a Di María, aún casi convaleciente, no
lo olvidemos, para emergencias o para el partido de vuelta. Y es que pese al
canturreo hipócrita ( no sé con qué fundamentos futbolísticos ) de los sesudos
comentaristas deportivos en los que exigen a Mourinho valentía, arrojo y cierta
dosis de heroicidad, la verdad cierta y segura es que los partidos como hoy son
sólo una parte de la eliminatoria, por lo que es más aconsejable paciencia y
cautela para preservar un buen resultado.
Por eso hoy no espero ganar en
Munich, no, me da igual esperar otros cuarenta años, no tengo prisa. Un
empatito a 1, un 0-0, nos vendría de perlas para afrontar en el Bernabeu una
vuelta con las gradas hirviendo de esperanza ante otra final próxima.
Prudencia. Y a aplicar el refrán del legionario: vista larga, paso corto y mala
leche.
Esta noche, más que nunca, hasta el
final ¡¡¡ VAMOS REAL !!!
tienes rason el partido de hoy nosera fasil esperemos que todo salga vien y que el real madrid saque un buen resultado ,hala madrid
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