Fue el partido perfecto. Si el guión previo hubiera sido cuidadosamente previsto, pulido en sus más nimios detalles, el tempo teatral siguió ese guión escrupulosamente. Y no faltó ese detalle teatral, con sus efectos dramáticos, instantes de comedia y el desenlace feliz que nos muestra un horizonte brillante, donde los enamorados caminan cogidos de la mano.
Los madridistas esperaban la visita del vecino con aprensión y disparidad de ánimo. Los últimos partidos no animaban en demasía al optimismo, sin embargo la categoría del rival, recordemos que recién ascendido tras una larga ausencia de la aristocracia liguera, animaban a cosechar un buen resultado, con victoria descontada y fútbol y goles.
Pero toda obra necesita un drama, y que mejor que ponerlo encima de la mesa en el mismo instante del comienzo. Diez segundos y 0-1. Y el Bernabeu mirando de hito en hito. Los pesimistas, que suelen florecer en estos instantes como los hongos en un buen montón de estiércol, con los ojos en blanco.
Y los jugadores repitiéndose esa cansina cancioncilla interior, que no sabemos si es un apoyo o una losa del ánimo. Ese “todo son desgracias en contra nuestra” o aquél más cinematográfico “que hemos hecho para merecer esto” golpeaban sus mentes de forma airada y lastimosamente conocida.
Y la larga travesía del desierto se hizo árida, amenazante y espesa. Durante ese tránsito, las huestes blancas penaron sus pecados contra el fútbol y su enseña, que no es otra que la camiseta blanca. Allí la imprecisión, hija de la urgencia, el desánimo, hijo del olvido y la pusilanimidad, sobrina de los traumas hicieron su aparición.
Y ahí, en ése légano de dudas, surgió, cual Moisés, una estrella tardía, un astro pálido que pugnaba por resurgir de sus cenizas. Y Kaká vió la luz, sintió el calor que emanaba del escudo que brillaba en su pecho y mandó a sus legiones que dejaran de adorar al falso dios, se liberaran de sus cuitas y miasmas y volvieran a ser el pueblo elegido. Su actitud fue el linimento milagroso que cura la herida, analgesia los golpes y suaviza los calambres.
Y ese equipo, con esfuerzo, tesón, compañerismo y las virtudes que siempre le habían acompañado levantó el partido, deshizo las tinieblas y encontró el camino de la tierra prometida. No faltaron pruebas, parte de sus efectivos se quedaron en el camino, más por errores propios que por pruebas ajenas, hubo estrecheces en el marcador, pero aún disminuidos supieron hacer memoria, encontraron asideros de viejas victorias y alcanzaron la suya.
La estrella, agotada, empezó a languidecer, pero vio que su luz permanecía en todo su ejército y supo que lo peor había pasado. Al frente sólo queda lo imperecedero y claro, el camino diáfano y luminoso que nos lleva a nuestra meta. La victoria. El licor dulce que quita los sinsabores.
Me gustó: Kaká y Benzemá. Y el Rayo, animoso siempre, hasta en la adversidad.
No me gustó: Di María. Yo lo acuso, que diría Mou. Y Varane, aunque el gol disipara en parte sus regalos previos.
Rappel: Martes Champions. Trece Copas de Europa sobre el césped. Goleada, más de cuatro. Más linimento. Lo necesitamos.
Pues parece que lo de Kaká va en serio. Esperemos que siga así, sería importantísimo para nuestros intereses. Un saludo.
ResponderEliminarOjala hubierais tenido tanta paciencia con algunos entrenadores, como lo habeis tenido con este jugador.
ResponderEliminarFue un enorme jugador, fue ficharlo y hasta hoy... No volvera a ser el mismo, han pasado 2 años y ha jugado muy pocos partidos.. No cuenta para MoU.
Hola Blancodoble: dejo mi porra aqui, en el Palco..no sé que pasa que no va..
ResponderEliminarSporting 1 - 5 Barça
Espanyol 0 - 3 Madrid
Y nosotros... sin barbacoa : )
Buen fin de semana Blancodoble.
@ Adrián C
ResponderEliminarSería el mejor fichaje de este año, ni Sahin, ni el Neymar ese, que tanto se la da...........
@ Angel
Tienes toda la razón, no obstante es mucho más fácil echar a un entrenador que a un jugador que cobra un pastón.
Y yo en cambio si tengo esperanzas de que veamos, si no al Kaká del Milán, que no creo que vuelva, si el 80% de esa versión, que sería sublime. Con sólo ese porcentaje estamos hablando de uno de los mejores 5 jugadores del planeta.
Mi porra:
Espanyol 0 - Real Madrid 2
Sporting 1 - Barca 2