MÁS DIFÍCIL TODAVÍA

Señor, ¿porqué me pones estas pruebas?

Zaragoza 1 – Real Madrid 2

Dijo Churchill: “No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas”. Pues eso hicieron ayer los jugadores madridistas, adornados con grandes dosis de inteligencia, para ganar un partido que, a ratos, parecía puesto a conciencia para medir el grado de compromiso que los merengues y su afición están dispuestos a poner sobre el tapete para ganar la Liga.

Y para mí, el compromiso es máximo. El Madrid parece adornado de esa confianza del que se sabe superior y no duda en demostrarlo, salvando todas las pruebas que la adversidad le presente.

Si algo habría que achacar al Madrid es un mal que le ha aquejado algunas veces esta temporada, con funestos resultados. Cuando una defensa se le cierra en bloque, no son capaces de usar las bandas para abrirla. Ojo, esto no quiere decir, como siempre he defendido, que no juegue con bandas (ayer vimos decenas de veces a Marcelo y Arbeloa atacar desde ellas), sino que no las sabe rentabilizar para abrir las defensas y crear huecos en el centro. Trabajo para el Ingeniero.

Y aunque se estrelló demasiadas veces en las rocas del centro de la defensa, si supo decantar, al final, el resultado hacia lo justo.

Otro apunte: Ayer se pudo apreciar de nuevo la amplísima plantilla que tiene el Real Madrid, pese a opiniones en contra, cuando le fallan cuatro de los mejores jugadores de la temporada, salen otros que, sin desdoro, arreglan el compromiso. Ayer se jugó sin Albiol, casi sin Van der Vaart y Cristiano e Higuaín estuvieron desafortunadísimos.

No hubo problema, Garay cumplió muy dignamente, Raúl se despidió con un gol, el del cojo que faltaba en su repertorio, del campo que le vio nacer fubolísticamente y Kaká ejerció de hijo pródigo y nos ofreció algo que ya muchos dudaban y todos habíamos olvidado: es uno de los mejores del mundo en esto de dar patadas a la pelota y su clase es inmensa. También es brasileño.

Si hablamos del rival, el Zaragoza optó por el recurso más fácil del que se sabe inferior en fútbol: patadas y pataleo. Parece ser que a Gay le convenció aquel discurso ramplón y casposo de Onésimo, ex – entrenador del Valladolid, en su enfrentamiento con los blancos. Curiosamente no se percató, de ahí su torpeza, ni del resultado final del partido, ni del resultado final del entrenador. Y así le fue. Y peor le puede ir.

Me hizo mucha gracia la Romareda despidiendo en el descanso a los jugadores gritando la canción que más me pone: “Así, así, así gana el Madrid”. Y es que era verdad. Pero no la suya. El Madrid ganó como ha ganado siempre, pese a aquellos que le buscan hoy hermeneúticamente un estilo de juego. El Madrid ganó aunando casta, calidad, esfuerzo, tesón y espíritu ganador. Ayer asimismo adornó todas estas virtudes con una que es menos frecuente, sobre todo en algunos jugadores: el saber ignorar las frecuentes agresiones (ayer el Zaragoza no jugó al límite del reglamento, lo hizo fuera de él en muchas ocasiones) de un rival que mereció terminar con algún jugador menos de los que terminó.

Me gustó: La casta del equipo, coraje no exento de sabiduría ante la provocación. Sin arrugarse, pero sin dejarse ir al discurso del ojo por ojo. ¿Habrá madurado Guti al fin?. Hoy estoy más seguro de que ganaran todos los partidos que restan.

No me gustó: La actitud de Cristiano. Que pierda un balón, es comprensible, pero que a continuación se quede como una estatua no sabiendo si echar la culpa al compañero o al que ha cortado el césped, y pase de echar una mano a los compañeros me desespera y me indigna.

Pepito Grillo: Guardiola: “En la meseta saben mucho de árbitros”. Lógico, en Barcelona no existen ¿no?. ¿O se le ha olvidado?.

¿Sabe alguién cuando empieza eso de las primas que nadie ha pagado y que nadie ha cobrado? ¿Ayer en la Romareda?. No sé.

Rappel: 4 de 4. Y el Miércoles dicen los vuelos rasantes de las alondras que pasa el Inter, no, no, que pasa el Barca, no, no, que pasa el Inter. Ufff.... ¡¡ Que lío !! Ah, hay algo que sí se ve: Etóo es blanco. ¿Qué significará?.

Foto: 20 minutos.