Parece que fue ayer cuando Rubiales hizo el ridículo mundial
y empezó el Mundial. Y sin embargo tenemos las semifinales a la vuelta de la
esquina. Unas semifinales sorprendentes, con la ausencia de los grandes
combinados históricos. Era complicado imaginarlas sin Italia, Alemania, Brasil,
Argentina ………….. y España, claro, porque a priori, tan seguro como que siempre
vuelven los vencejos, España es una intemporal favorita al Mundial. Para los
chiripitiflauticos, claro.
Lo que sí es innegable es el señalar a la gran estrella del
Mundial: el VAR. Con él, el nivel del arbitraje ha crecido de forma espectacular,
acunado por la tranquilidad de disponer de una muelle red de seguridad que los
cubran en caso de falta de visión, despiste o error de apreciación. Que tiene
lagunas, claro, pero como todo, es susceptible de mejorar. Y aquí surge la
primera gran pregunta: ¿La ausencia de las grandes selecciones puede ser un
efecto de la aplicación del VAR?
Si nos fijamos en el tema estrictamente futbolístico, se
aprecia una igualdad nunca conocida, con más sorpresas que certezas, pero
debidas éstas al desarrollo y aplicación de la táctica estratégica como primer
condicionante del juego. El talento y creatividad han sido arrollados por la
espartana concepción de la ocupación de espacios, la fijación de las marcas y
el intento de minimizar hasta la desaparición los errores. Esto propicia que la
mayoría de los goles sean productos de jugadas a balón parado y no de jugadas
dinámicas. ¿Es hacia donde se dirige el fútbol futuro?
Esta desproporcionada exhibición de corsés tácticos ha
propiciado que las escasas demostraciones de talento que han aflorado (Hazard,
Modric, Mbappé) destacaran como el color de la primera flor de la primavera
entre la nieve. Y también han impedido que futbolistas talentosos como Messi,
Iniesta o Neymar hayan abandonado el Mundial cuestionados injustamente sobre su
calidad, aporte e implicación. ¿Volvemos al catenaccio?
Por último, las semifinales las componen íntegramente equipos
europeos. Pese a que los grandes equipos sudamericanos (Argentina, Brasil,
Uruguay) están trufados de grandes jugadores, protagonistas de la Champions. El
fútbol africano que parecía opositar para ocupar un puesto relevante, ha sufrido
una demolición sin paliativos. Y los países emergentes, han demostrado que vuelven a ser unas agradables
sorpresas pero nunca pueden ser tenidas como unas serias candidatas. ¿Otra
prueba más del triunfo del tacticismo europeo frente a la imaginación
sudamericana?
Y como en todo Mundial, las figuras van poco a poco
dibujándose. A falta del tramo final y más importante, los Modric, Hazard,
Mbappé y Kane se antojan, por ahora, los firmes candidatos al trofeo de MVP.
Además de ellos, descollaron Pogba, Courtois, Shaquiri, Maguire y Dzuba. Pero
al final ya sabemos que sólo de la gran final puede salir el elegido. Quedamos
expectantes.
Enormes posibilidades de que este año gane el Balón de Oro Luka Modric. Su mundial está siendo fantástico y como Croacia levante el trofeo (lo juro, lo deseo con toda mi alma) el "pony" será elegido como mejor jugador del torneo y ganará el Balón de Oro, por encima de CR7, Messi, Neymar y otros candidatos
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