Real Madrid 0 - Barcelona 3
El Clásico sólo duró 64
minutos. El resto se nos fue en nada, entre que unos (los blancos) querían y no
podían y los otros (blaugranas) podían y no querían el partido transitó
lánguidamente hasta el final en eso tan culé que llaman tiki taka o éxtasis futbolístico y que para mí es simplemente un sustitutivo de la sintonía de la novela para la
siesta.
Ha sido un varapalo sin
paliativos. Primero porque nos estamos acostumbrando en demasía a que los culés
nos mojen la oreja en el Bernabeu. Segundo porque si la Liga ya estaba en chino
antes del inicio, hoy ya se ha puesto imposible. Ni el tamudazo, ni la cofradía
del clavo ardiendo ni la conchabación de la Virgen de Montserrat, del Rocío y
la Almudena arreglan esto. Y que conste que esto no es bajarse del barco, es simplemente
constatar una realidad.
¿Porqué perdió el Madrid?
Pues amigos, por las dos mismas razones que nos presentamos a 11 puntos el día
de hoy: Una porque el gol se resiste más que Villar dejando su despacho. En un
deporte que gana el que marca más goles, el Madrid falló sus ocasiones, algunas
de forma cómica si recordamos la patada al aire de Cristiano y el Barca metió
las suyas, ayudados además por algún desajuste defensivo de una defensa que
está teniendo una muy mala temporada y hoy ha sido especialmente funesta,
especialmente los laterales. Y la segunda razón es por que en muchos momentos la actitud
defensiva es de pachanga total y sobradez extrema.
Y mira que en el descanso
nos las prometíamos muy felices. La primera parte del Madrid fue un prodigio de
control, táctica y una lección de cómo quitarse en tres pases la presión a la
salida del balón de los culés. Modric cabalgaba por el centro del campo como el
Cid Campeador, fintando, chutando, pasando sin cesar. Aunque Paulinho dispuso
de dos ocasiones, el Madrid tuvo más ocasiones, más claras y manejó a su antojo el partido.
Pero la segunda parte fue
otro cantar, el Madrid no salió tan enérgico, con una presión veinte metros más
atrás, dejando que los culés sobaran el balón plácidamente hasta que en el 54
llegó el gol de Luis Suárez. Lo he visto repetido veinte veces y sólo os pido
que os fijéis en el penoso papel de los dos laterales del Madrid. Vergonzoso. Y
5 minutos después, la puntilla. Otro contraataque más, en un 3 contra 5,
vuelven a quedar mano a mano con Keylor que claro, una se la para, otra la
tapona y para acabar en estrambote, Carvajal pone la guinda a su horroroso
partido con una parada casillesca en línea de gol.
No me hablen de instinto,
eso es simplemente denunciable. En esta ocasión, quiero que vean las
repeticiones del gol y se fijen, atentamente, al cómico papel que hacen Ramos y
Carvajal. Esperpéntico. Pero claro, como son ejjjjpañoles, pues nada, no oirán
ninguna crítica a ellos, mejor criticar a Benzemá, Casemiro o Kovacic. O el
planteamiento de Zidane, ya puestos…..
Y como decía Porky, eso
fue todo, amigos……
Con 0-2 y uno menos el
Barcelona, como Puigdemont en Bruselas, se limitó a dejar que el tiempo pasara lánguidamente. Mientras los del Madrid estaban como Junqueras en Estremera,
cariacontecidos, temerosos y sin saber bien que hacer.
Para rematar la mañana, en
la última jugada del partido, previo fuera de banda no señalizado, Messi deja
despatarrado a Marcelo, pase de la muerte y gol. 0-3 y al carrer.
Me gustó: Modric en la
primera parte y el ambiente del Bernabeu. También el nuevo aire que aportó la
salida de Bale. Ah, y el planteamiento de Zidane. El no tiene la culpa de la
pachorra de sus jugadores.
No me gustó: Para empezar,
el colegueo de Ramos con los culés en el pasillo de vestuarios. No señor, ni
besitos ni leches. Eso para después, si ganas. No me parece compatible con la
concentración que se debería tener en un partido así. Y luego pasa lo que pasa.
Si todo el equipo estuvo
mal, como he dicho antes Ramos, Marcelo y, especialmente Carvajal, estuvieron
horrendos. Nivel pachangueo playero. Si yo fuera Zizou, estos no pisaban el
césped hasta febrero. Benzemá tampoco aportó demasiado, aunque se le ve
voluntarioso, no acaba de ofrecer nada destacable. Otro para febrero.
Y si miro al otro lado, lo
de Suarez es para hacérselo mirar. Que jugador tan despreciable. Mira que tuvo
pocas ocasiones para sacar su mala baba, pero lo intentó. Y Ramos, como
siempre, en plan vengador le soltó un sopapo que ni venía a cuento. A cuarenta
metros de su área. Mi no comprender.
Pepito Grillo: Pese a mis
temores iniciales, el árbitro hizo un buen arbitraje. Nada que objetar por esta
vez. Tampoco le hizo falta, la verdad.
Franciscus: El Madrid
fichará en invierno un delantero. Perfil medio y joven, con proyección.
Feliz y blanca Navidad y
ojalá el 2018 sea futbolísticamente hablando como el 2018. Aunque a última hora
nos llevemos un sofocón como el de hoy.
¡Enhorabuena tanto a los campeones como a los subcampeones! Y recordad: lo mejor de hacer deporte es divertirse practicándolo y hacer amigos. Ganar no es lo más importante.
ResponderEliminar¡Un gran abrazo!
Haga esfuerzos persistentes, no se desanime
ResponderEliminarContinúa repostar
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