Normalmente los veranos
del Madrid están subrayados por las expectativas de nuevas llegadas, nuevos
cromos que adjuntar a ese álbum de los sueños que es el Real Madrid. Este año
no. Este año Florentino quiso, como el cabo de la legión, cambiar el paso del
pelotón de mercachifles mediáticos y reventó, como suele, el mercado a primeros
de verano.
Y con esa maniobra el
color del cielo transmutó. Del azul clarito, tiznado de verde esperanza de las
nuevas incorporaciones pasamos a ese cielo grisáceo, preñado de morados y rojos
debido a las bajas, bajas unas veces tiznadas de deserciones, otras de
matrimonios convenidos, algunas de divorcios de mutuo acuerdo y alguna que,
para escarnio y vergüenza de nuestra historia sufrieron, como los judíos de
Auschwitz, la doble señal: acoso y la escarapela del desprecio.
Morata, Casemiro,
SúperLópez, Di María y ahora Xabi Alonso han dado pábulo y cancha a esa pléyade
de periodistas que ven en este mercado persa su única oportunidad de sustento
durante el descanso veraniego. Todos han salido y a ninguno se le echará en
falta, al menos por mi persona. Todos los que se van dejan estelas de
despedida, como las de los aviones, muy visibles cuando terminan de pasar pero
inapreciables cuando pasa sólo un poco de tiempo. El Madrid está muy por encima
de cualquier jugador, incluso de un portento como Cristiano Ronaldo. Por eso,
quién se va del Madrid es como la ropa de rebajas, pierde escalafón, caché. Ya
no eres parte del mejor, pasas a ser cuerpo de ratón.
Pero aunque a nadie se
eche en falta, no es menos cierto que hay formas de salir y de salir. Morata y
Casemiro son como comprar un billete de ida y vuelta, hay la esperanza de que,
como los quintos antiguos, vuelvan hechos hombres. Con SúperLópez la cosa es muy
distinta, el club se portó de forma mezquina, ladina y cruel. Nunca quiso irse
y no le quedó otro remedio.
Di María sin embargo
quiso irse y casi todos quisieron que se fuera. Se juntó el hambre con las
ganas de comer. Hambre monetaria, se entiende. Cobrará más, bastante más, pero
sus ocho millones serán una losa para él, pues le adjudicarán el papel del
salvador de un equipo histórico que está en horas muy bajas. Y el no es un
salvador, ni un líder. Es un peón especialista, muy cualificado. Y nada más.
Pero la puntilla del
verano la ha dado Xabi Alonso. A cuatro días del cierre del mercado se nos
descuelga con que se va al Bayern Munich ...... y perdiendo dinero. Y lo que es
peor, todo el mundo lo aplaude, el #GraciasXabi colma Twitter, hace una rueda
de prensa despidiéndose entre alharacas y pétalos de rosa del madridismo, no da
ni una razón plausible del repentino volantazo, deja al equipo cojo a expensas
de compras rápidas de última hora, que no suelen ser las
mejores.................. Y le aplauden. De locos.
Rivaldo hizo hace pocos
años una cosa parecida y, aún hoy, sirve como perfecto ejemplo de mal
profesional y mal comportamiento con su equipo. Xabi nos descompensa el equipo,
casi sin tiempo para volver a componerlo, potencia a un rival directo, sin
razones plausibles. Y le hacemos la ola. De locos.
Y espero que no sea
porque tenía la etiqueta de ser “Uno di Noi”, lo que sería ya de psiquiátrico
de guardia. Yo no doy las gracias a Xabi, ni le deseo suerte, ni le agradezco
lo dado, no. Para mí se va como un perfecto sinvergüenza. Tu estela será pronto
inapreciable en el cielo madridista.
Completamente deacuerdo, sobretodo con lo de Alonso. Feo gesto del comegulas largándose a la francesa a cuatro días del cierre del mercado, y la gente aplaudiéndole al son del hit del verano "con lo que nos ha dado". Ciertamente este es un ejemplo de algo que muchas veces se nos escapa, sobretodo extrapolable a otros casos como el de Casillas: los jugadores son profesionales del fútbol; ni "símbolos", ni hinchas, ni parte de un escudo, sólo profesionales del fútbol. Y como en cualquier profesión en cualquier empresa, permanecen en plantilla mientras les convenga y cuando deja de convenirles se van. Otros en cambio permanecen incluso cuando ya no tienen nada que aportar, tiran de escudo, del pasado , y la gente lo confunde con el "amor a los colores", pero en realidad sólo se quedan porque no les quiere nadie más.
ResponderEliminarUn saludo desde http://lanaranjamerengue.blogspot.com.es/
completamente de acuerdo, menudo sinvergüenza,y tiene la cara dura de decir que es madridista, este tio nos toma el pelo, a bien que se ha ido a katar, la liga americana.....se ha ido a uno de nuestros mas feroces rivales y encima para mas cachondeo con el meacolonias, de locos,deja el equipo roto con la liga empezada sin dar tiempo a sustituirlo, pero de que va este tipejo y el resto de la planta noble y encima dice anceloti que lo respeta mucho, pues yo lo respeto nada lo mismo que el ha respetado al madrid
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