Peñas Madridistas: Alma despreciada por el club

El domingo vamos para Madrid. Como los ñúes en África o las garzas en Doñana, nos proponemos cumplir con nuestra peregrinación anual para disfrutar del verde césped del Bernabeu, su luz cegadora, su himno atronante. Así y allí nuestro espíritu merengue se fortalecerá de nuevo, revitalizando la fe en este equipo llamado a repetir grandes gestas. Ofrecemos como dádiva un achuchoncito, unas pocas voces entre el mar blanco, unos niños con los ojos brillantes por el fulgor de sus ídolos, unos adultos menos ilusionados pero más convencidos de las posibilidades de nuestro equipo.

Así mi Peña Madridista Gachera se unirá a la miríada del resto de Peñas animando a nuestro equipo, haciendo causa común, siendo un mismo corazón, ayudando a derribar al Málaga y finiquitar la Liga. Y todo esto ha sido, es y será así porque considero que las Peñas Madridistas son el alma del Real Madrid. Nunca encontrará el equipo público más fiel, entregado y animoso que el de sus peñistas. Ni socios, ni titulares del carnet de madridista ni zarandajas. Peñistas, madridistas de corazón.

Es más, en el hipotético caso de que el Real Madrid necesitara en alguna ocasión vital contar con un  Bernabeu perfecto en su apoyo incondicional, sólo ha de reservar todo su aforo a las Peñas. Que lo abarrotarán, seguro. Y en ese caso se vería de verás que es el miedo escénico del Bernabeu y los minutis molto longos de su partido.

Se queja Mou de que no se desplazan madridistas a apoyar a su equipo, falso. Ningún equipo del mundo desplaza cada domingo a su estadio tantas almas desde todos los rincones de España para animar a su equipo. Y no es cómodo, ni fácil, ni barato. No. No es cómodo hacerse 900 ó 1000 kilómetros, llegar a tu colchón a las 5 de la madrugada o más, casi sin dormir y aflojar 60, 70 ó 75 euros de crisis, que valen más que las pesetas para ubicarte en una estrecha grada del 4º anfiteatro. No te quejes Mou y reflexiona.

Viene todo esto a cuento del malestar que me produce ver como el Real Madrid se aprovecha de sus seguidores más fieles y esforzados año tras año, partido tras partido. Es el mismo sentimiento que embarga cuando ves como el cacique poderoso reclama el pan y la sal al jornalero que hace posible su imperio, como le desangra sin compasión, como lo oprime aprovechando el amor de ese pobre a la tierra que trabaja.

Mi Peña empezó a comparecer en el Bernabeu siendo Mendoza presidente, ya ha llovido y más debía de haberlo hecho. Desde entonces he contemplado atónito el despego con el que el Real Madrid se lucra a costa de sus Peñas. Las utiliza sólo y exclusivamente para completar aforo, ubicándolas en sitios equiparables a los que se destinan a los ultras de la afición rival, dándole las entradas donde les conviene, no donde las has pedido, con opacidad y estulticia. Cambiando precios a su antojo, faltando a su palabra, despreciando atenciones y ofrecimientos.

Año tras año, presidente tras presidente, y la cantinela sigue. Quizás Calderón fuera el único que entendió un poco a las Peñas, pero las irregularidades que cometió su Director de Peñas llevan a preguntar cuanto de ese apoyo era altruista o en provecho propio. Ahora con Florentino Pérez, y en su anterior etapa también, volvemos a sufrir el desprecio de la Junta Directiva, quizá más que con ningún presidente anterior.

Este Real Madrid – Málaga tenía un precio de 45 euros el 4º anfiteatro en la circular anual que el club envía a sus Peñas para programar los viajes, allá por septiembre. Sin embargo llega la hora de endosar telefónicamente las entradas y se apean con 55 euros de crisis. Ocho días antes del partido y en un “o las tomas o las dejas” ahora, no esta noche o mañana, no, ahora. Y me pongo en la piel de ese presidente atribulado (responsabilidad que ya viví), con ochenta personas expectantes, con la disyuntiva del mordisco al monedero o el desencanto de tus hijos viendo como se esfuma su más preciada ilusión. Y te muerde la crisis, ¡¡ claro que te muerde ¡¡

Pides un tercer anfiteatro, te dan el cuarto o una grada baja a 110 euros, la reunión anual de Peñas, cónclave del madridismo, se transmuta en una especie de paella de romería de pueblo, las visitas de Peñas al palco quedan eliminadas por personajillos de segunda con pocas o ninguna traza de madridismo ¿qué hace el Loco Gatti u otros de su misma ralea en el palco del Bernabeu?.

Y yo me pregunto ¿Porqué? ¿Porqué ninguna Junta Directiva es capaz de comprender que el Real Madrid es sostenido en toda España por sus Peñas? Y que no me digan que se ha avanzado mucho, que se ha hecho. Lógicamente hoy ya no tenemos que irnos quince horas antes del partido a la taquilla 0 a pelearnos como verduleras por unas entradas. Ni tenemos que arriesgarnos a ir con 2000 ó 3000 euros en el bolsillo. Estaría bueno.

Pero hoy por hoy las Peñas siguen siendo las parias del Real Madrid Club de Fútbol y de sus presidentes. Y no es de recibo. Y no se intenta ni se ha intentado nunca seriamente dar una solución justa a sus requerimientos y necesidades.