En unas declaraciones insólitas en
su curriculum reciente, preñado de buenismo, filosofía tántrica y alabanzas sin
cuento, Pep Guardiola intentó de manera sibilina y torticera contraponer la
casualidad de que Pepe (que no es jugador del Barca) y Messi cumplieran partido
de sanción en la misma jornada. Recordar aquí su manido argumento de que él no
habla de jugadores de otros equipos.
Y lo hacía en un intento burdo de
iluminar a la borregada culé y hacerles observar la desproporción sancionadora
entre el comeniños Pepe y el ángel de la guardia Messi. Más argumentos para los
conspiranoicos culés. Y claro, las cañas se tornaron lanzas y la jauría
directiva saltó a morder a su presa, presta siempre al silbato del realero.
Que Pepe es un mal ejemplo para los
niños (como afirma el impresentable Lobo Carrasco), cierto. Que algunas
tarjetas se le han quedado en el tintero a los árbitros, vale. Pero que Messi
sea el ángel seráfico y bondadoso que nos intentan vender, no. De eso nada,
monada. Messi ha sido protagonista de muchos ejemplos de conducta
antideportiva, que la manta de invisiblidad de la prensa proculé ha intentado
tapar, aunque no acabamos de olvidar. Y nunca ha sido violento, que yo
recuerde, pero siempre ha sido un “listo” del fútbol, un pícaro y un poco tahúr
respecto de las reglas.
Y ahí está la clave de sus
amonestaciones, se suele pasar de listo y eso, algunas veces, se paga. Desde
aquí invito a analizar las cinco amarillas que lleva y convendrán que ninguna
fue inmerecida, tres por mano, una por teatrero y otra por bocas. Justas, cual
sentencia salomónica. Ergo ¿dónde está el agravio?
Me irrita que, lejos de analizar el
porqué un delantero de su perfil lleva un número tan desusado de tarjetas, se
le intente comparar con defensas “repartidores”. No. La igualdad justa consiste
es tratar igual a los iguales. Sería como intentar comparar hace diez años a
Raúl con Pablo Alfaro. No, no cuela. Más
aún si se intenta engañar intentando hacer creer que llevan el mismo número de
tarjetas, cuando es incierto, pues 7 lleva el violento defensa y 5 atesora el
bonísimo delantero.
Y voy más allá, a Raúl se le
sancionó por la UEFA por marcar un gol ayudándose con la mano frente al Leeds.
¿Se imaginan ustedes algo parecido a Messi? Se liaría la mundial. Sin embargo,
no habría que extrañarse ¿verdad? Igualdad. Como el caso de las tarjetas
forzadas ¿recuerdan? Igualdad pido.
Y todo viene por utilizar
últimamente el subterfugio y argumento recurrente de pedir, si algo perjudica
al Barca, que el reglamento debería cambiar. No se pida que se cumpla, no, se
pide que se cambie. Me recuerda a la postura de FIA sobre los incumplimientos
flagrantes de Hamilton en el mundial 2008. Si el fuera de juego interfiere el
gol, es injusto, aunque legal, si la amarilla vale lo mismo por una mano que
por una entrada, debería cambiarse. No señores, se juega conforme a las reglas,
a acatarlas y a callar. Lo demás, Pep, son excusas de mal perdedor. Y de
demagogo torticero.
P.S. Las semanas de la Selección
suelen ser estériles respecto a noticias del Madrid o Barca. De ahí que surjan
en ellas “culebrones de verano” comprimidos en una semana. Recuerdo semanas
anteriores y si los periodistas y tertulianos analizaran los temas tan
sesudamente debatidos, con la perspectiva que da el tiempo transcurrido, se
avergonzarían de su propia estulticia. Lo de la casa de Mourinho en Londres me
recuerda al caso Kun Agüero.
Pepito Grillo: Aunque parezca
increíble, coincido con Clemente. Creí que nunca ocurriría, pero ocurrió. Ramos
y Pepe debería aprender de Puyol. Si señor. Aunque acierte haciendo las
pelotas, acierta y hay que reconocérselo. Su inteligencia y deportividad son
encomiables.
¡¡¡ Y aún sin fecha para la final de
Copa ¡¡¡ Tronchante. La semana pasada el Liverpool fue Campeón de la Copa de la
Liga, en febrero y siguen vivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pincha aquí para dejar tu comentario.