"Está pasando, lo estás oyendo"
Cuando supe que el Real Madrid jugaría contra la Real Sociedad el domingo a las siete de la tarde (otra jornada más detrás del Barcelona, lo que es difícilmente explicable), fui consciente de que, tras mucho, muchísimo tiempo, no iba a poder ver el partido.
Un ingreso hospitalario a la misma hora me impedía disfrutar de un nuevo partido. Entonces caí en la cuenta de lo que ha cambiado el mundo del fútbol en muy poco tiempo. Hace menos de una década nos teníamos que conformar con ver siete u ocho partidos en toda la temporada por televisión. Hoy no poder ver un partido en directo se torna una injusticia bíblica.
Así que allí estaba, en la sala de urgencias, pertrechado con mi móvil con radio. Y me dispuse a seguir las incidencias del partido hasta que el celador viniera a buscarme. Todavía estoy convencido de que el celador estaba viendo el partido, puesto que hasta que no acabó no se presentó.
Así tuve, tras muchos años, la suerte de volver a vivir la experiencia de seguir un partido por la radio, exclusivamente. Y las emociones y recuerdos se derramaron. Yo, que crecí trabajando junto a una radio diez y once horas al día, y soy un fiel seguidor de este tipo de comunicación, el domingo volví a apreciar la labor de los periodistas radiofónicos, así como de la variada fauna pseudoperiodistica que salpican los programas deportivos.
Y la verdad es que la disparidad es grande. Pude escuchar la retransmisión por la Ser, la Cope, Punto Radio y Radio Nacional de España. Y me quedo, sin lugar a dudas, con la cadena estatal. Menos publicidad, más pluralidad, menos compromiso patronal o con líneas absurdamente editoriales. Tablero deportivo es, en mi opinión, el mejor programa de la radio deportiva del domingo. Chema Abad conduce de modo magistral e independiente una radio plena de información, de humor y de pluralidad, sin rallar en los absurdos planteamientos personalistas de las “estrellas mediáticas”.
Aquí se dan opiniones, no se intenta dogmatizar ni crear estados de opinión. Oir la sabiduría de Pirri, contrastándola con la pléyade de exfutbolistas pesebreros que pululan por las demás redacciones es un verdadero placer, una oportunidad nueva de aprender y ver la realidad blanca con otros ojos. Sólo la nota discordante del verso suelto Rafa Guerrero desmerece el conjunto. Pero la perfección no existe, por lo que hasta esa imperfección se agradece, pues nos ofrece la oportunidad de discrepar cada poco.
Y así, volví a emocionarme cuando la pelota, una vez traspasado el centro del campo, se convertía en una promesa de gol, aunque la ignorancia me impidiera ver la miríada de defensas que se interponían entre ella y el gol. En la radio, cualquier córner en contra es una seria amenaza, cualquier falta con Cristiano al lado es una esperanza desbocada, toda cabalgada por la banda, una heroicidad.
A pesar de la televisión por cable y satélite, de Internet y Tarjeta Roja, de todas las maneras habidas y por haber de estar conectados, hoy por hoy la radio, el primer invento que intercomunicó a los seres humanos, sigue siendo la certeza y la facilidad de tener el mundo a nuestro alcance, en cualquier circunstancia y lugar. Gracias Tesla.
(*) Nikola Tesla, Smiljan 10 de julio de 1856 – New York 7 de enero de 1943, fue el inventor de la radio.
Un ingreso hospitalario a la misma hora me impedía disfrutar de un nuevo partido. Entonces caí en la cuenta de lo que ha cambiado el mundo del fútbol en muy poco tiempo. Hace menos de una década nos teníamos que conformar con ver siete u ocho partidos en toda la temporada por televisión. Hoy no poder ver un partido en directo se torna una injusticia bíblica.
Así que allí estaba, en la sala de urgencias, pertrechado con mi móvil con radio. Y me dispuse a seguir las incidencias del partido hasta que el celador viniera a buscarme. Todavía estoy convencido de que el celador estaba viendo el partido, puesto que hasta que no acabó no se presentó.
Así tuve, tras muchos años, la suerte de volver a vivir la experiencia de seguir un partido por la radio, exclusivamente. Y las emociones y recuerdos se derramaron. Yo, que crecí trabajando junto a una radio diez y once horas al día, y soy un fiel seguidor de este tipo de comunicación, el domingo volví a apreciar la labor de los periodistas radiofónicos, así como de la variada fauna pseudoperiodistica que salpican los programas deportivos.
Y la verdad es que la disparidad es grande. Pude escuchar la retransmisión por la Ser, la Cope, Punto Radio y Radio Nacional de España. Y me quedo, sin lugar a dudas, con la cadena estatal. Menos publicidad, más pluralidad, menos compromiso patronal o con líneas absurdamente editoriales. Tablero deportivo es, en mi opinión, el mejor programa de la radio deportiva del domingo. Chema Abad conduce de modo magistral e independiente una radio plena de información, de humor y de pluralidad, sin rallar en los absurdos planteamientos personalistas de las “estrellas mediáticas”.
Aquí se dan opiniones, no se intenta dogmatizar ni crear estados de opinión. Oir la sabiduría de Pirri, contrastándola con la pléyade de exfutbolistas pesebreros que pululan por las demás redacciones es un verdadero placer, una oportunidad nueva de aprender y ver la realidad blanca con otros ojos. Sólo la nota discordante del verso suelto Rafa Guerrero desmerece el conjunto. Pero la perfección no existe, por lo que hasta esa imperfección se agradece, pues nos ofrece la oportunidad de discrepar cada poco.
Y así, volví a emocionarme cuando la pelota, una vez traspasado el centro del campo, se convertía en una promesa de gol, aunque la ignorancia me impidiera ver la miríada de defensas que se interponían entre ella y el gol. En la radio, cualquier córner en contra es una seria amenaza, cualquier falta con Cristiano al lado es una esperanza desbocada, toda cabalgada por la banda, una heroicidad.
A pesar de la televisión por cable y satélite, de Internet y Tarjeta Roja, de todas las maneras habidas y por haber de estar conectados, hoy por hoy la radio, el primer invento que intercomunicó a los seres humanos, sigue siendo la certeza y la facilidad de tener el mundo a nuestro alcance, en cualquier circunstancia y lugar. Gracias Tesla.
(*) Nikola Tesla, Smiljan 10 de julio de 1856 – New York 7 de enero de 1943, fue el inventor de la radio.
Rappel: Esta jornada traerá cambios en la distancia entre primero y segundo. El lunes no estaremos a siete puntos.
Qué gran gran artículo! Otro gran artículo!
ResponderEliminarNo sé dónde aprendiste a escribir pero te salen unos artículos fantásticos.
Yo soy apasionado de la radio (además no tengo goltv...) y coincido contigo que escuchar un partido en la radio es diferente y emocionante. Aunque para ser sinceros a mí no me gusta, me pone nervioso, por la tv tengo la sensación de que lo tengo todo controlado, o que todo está controlado, la radio me crea una imagen caótica del partido, en que todo puede pasar en cualquier momento. Supongo que eso es lo que la hace especial y precisamente a eso te refieres en tu escrito.
Saludos!
Si señor ¡¡ Lo has captado perfectamente. Cuando lo estás viendo, analizas las posibilidadesd de cada jugada, sin embargo con la radio, a ciegas, estás sólo sujeto a la descripción del locutor y a tus propios miedos o esperanzas, según sea el caso.
ResponderEliminarPor eso es tan especial.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe encanta leerte, amigo. Me pregunto a qué te dedicas, porque tienes madera de escritor o de periodista y además, dejas una muy grata impresión con tu cuidada ortografía y tu buen manejo de la lengua castellana. Sin duda, eres un hombre con una apreciable cultura, lo que no siempre es producto de ir a un buen colegio y sí de ser aficionado a la lectura. Siempre he dicho que a la gente que lee mucho, se les nota en su forma de escribir y en su ortografía. Enhorabuena.
ResponderEliminarOtra cosa que me llama la atención es que salpimentas tus argumentos con ejemplos, con relatos o con referencias a personajes de la vida real, lo que da un toque de interés especial. Precísamente, me he dado cuenta de esto porque es una técnica que yo suelo usar mucho cuando escribo.
Dices bien que Nikola Tesla es el inventor de la radio, aunque se le haya atribuído siempre a Guglielmo Marconi. Una injusticia porque 15 años antes (creo) Tesla había hecho su primera demostración.
Y hablando de Tesla, es un personaje que me apasiona. Nunca le quisieron reconocer, en su tiempo, su genialidad y otros, como Marconi o Edison, se llevaron los laureles. En tu artículo anterior, hablábamos de esos grandes ciclistas que fueron opacados por genios fuera de serie, sin los cuales, habrían sido reconocidos como los mejores de su época.
A Thomas Alba Edison se le da mucho bombo, pero Tesla tiene inventos increíbles (para su tiempo) que poca gente conoce, como el motor de corriente alterna o la silla eléctrica, por ejemplo.
Entré a ver si habías escrito sobre el fantástico partido de hoy contra el Espanyol y me encontré con esto. Muy bueno
Gracias por deleitarme y te leo mañana.
(El comentario anterior era éste; lo borré porque se me colaron un par de "gazapos" y quise corregirlo)
Gracias Barón por los inmerecidos elogios. Efectivamente Tesla es un personaje que siempre me ha subyugado. Un adelantado a su tiempo, quizás un visionario.
ResponderEliminarAhora, si puedo, me lío con la crónica del partido de ayer, que fué glorioso.
Un saludo y gracias de nuevo.