Una vez que el verano ha pasado, la Liga vuelve y los fichajes están con candado me quedan algunas reflexiones mirando la vista atrás y estudiando lo que ha dado de si el verano.
En primer lugar es indiscutible que éste verano ha tenido un único protagonista: Florentino Pérez. Con su vuelta al universo futbolístico ha vuelto a revolucionar esquemas, prejuicios fosilizados y formas de unir negocio y fútbol. Su labor tiene, como es natural, pros y contras, aunque no se le puede negar que no ha dejado indiferente a nadie. Ni a Ferguson, ni al tritranquilo Laporta, ni a los obispos, ni a Llorente, ni a Villa, ni a Beckembauer, a nadie.
Sobre el resto, particularicemos un poco sobre dos jugadores.
ETOO. Debe ser terrible para la “prima donna” sentirse despreciado por los dos clubes más importantes de España y de su vida. El Madrid porqué no se fiaba de él y el Barca porque sabía que no se podía fiar de él. De todas formas como la operación Ibrahimovic ha sido calamitosa (sigo en mis trece de que ha sido más caro que Cristiano) tendrá muchas ocasiones de desquitarse de los culés, aludiendo a futuras comparaciones que serán, como todas, odiosas.
VILLA. Si lo de Etoó es jodido, lo de Villa ya es el culmen del infortunio. Cuando los mejores clubes del Mundo se pegan por ti, llega un iluminado y te fastidia todo el pastel. De todas formas, sigo creyendo que Villa no viste de blanco porque no quiso. Se le pidió un gesto y no lo hizo. No cabe por tanto quejarse. Lo siento por él, es un crack, pero nunca se le volverá a presentar una ocasión tan propicia.
Y para terminar un tema que no es futbolístico pero que afecta sobremanera al fútbol: La guerra de las televisiones.
Yo que crecí viendo como mucho seis u ocho partidos del Madrid al cabo del año, en blanco y negro, esperando como agua de mayo el Estudio Estadio del lunes, lo del PPV de estos últimos años me parece el Edén, teniendo la posibilidad de ver hasta los amistosos del Real Madrid y disfrutando de mi equipo.
Pero hoy este paraíso está amenazado de forma grave. Desde la ley del TDT de pago, que de forma incomprensible ha aprobado este gobierno, muchos de los partidos del Madrid y el Barca van a ser retransmitidos por Gol TV, un canal residual de TDT que necesita un decodificador con tarjeta que sólo tienen un pequenísimo número de españoles (bueno, de bares españoles) de Madrid y Barcelona. El resto que hagan cola.
Por ello me temo que esta temporada nos vamos a perder una buena parte de los partidos tanto del Real Madrid como del Barcelona. Si no, al tiempo. Y esto me retrotrae a aquellos lejanos días en que el Canal Plus era casi un objeto de culto y los más forofos teníamos que hacer veinte kilómetros para ver al Real Madrid. Aún recuerdo la destitución de líder Antic por Valdano en directo en el Plus tras jugar con el Espanyol.
No me lo explico, como tampoco me explico que los clubes grandes renuncien a perder una pasta por los millonarios pinchazos del PPV frente a los decenas de miles de pinchazos de la TDT.
Hoy, por suerte disfrutaremos contra el Espanyol, seremos líderes y el próximo ya veremos.
En primer lugar es indiscutible que éste verano ha tenido un único protagonista: Florentino Pérez. Con su vuelta al universo futbolístico ha vuelto a revolucionar esquemas, prejuicios fosilizados y formas de unir negocio y fútbol. Su labor tiene, como es natural, pros y contras, aunque no se le puede negar que no ha dejado indiferente a nadie. Ni a Ferguson, ni al tritranquilo Laporta, ni a los obispos, ni a Llorente, ni a Villa, ni a Beckembauer, a nadie.
Sobre el resto, particularicemos un poco sobre dos jugadores.
ETOO. Debe ser terrible para la “prima donna” sentirse despreciado por los dos clubes más importantes de España y de su vida. El Madrid porqué no se fiaba de él y el Barca porque sabía que no se podía fiar de él. De todas formas como la operación Ibrahimovic ha sido calamitosa (sigo en mis trece de que ha sido más caro que Cristiano) tendrá muchas ocasiones de desquitarse de los culés, aludiendo a futuras comparaciones que serán, como todas, odiosas.
VILLA. Si lo de Etoó es jodido, lo de Villa ya es el culmen del infortunio. Cuando los mejores clubes del Mundo se pegan por ti, llega un iluminado y te fastidia todo el pastel. De todas formas, sigo creyendo que Villa no viste de blanco porque no quiso. Se le pidió un gesto y no lo hizo. No cabe por tanto quejarse. Lo siento por él, es un crack, pero nunca se le volverá a presentar una ocasión tan propicia.
Y para terminar un tema que no es futbolístico pero que afecta sobremanera al fútbol: La guerra de las televisiones.
Yo que crecí viendo como mucho seis u ocho partidos del Madrid al cabo del año, en blanco y negro, esperando como agua de mayo el Estudio Estadio del lunes, lo del PPV de estos últimos años me parece el Edén, teniendo la posibilidad de ver hasta los amistosos del Real Madrid y disfrutando de mi equipo.
Pero hoy este paraíso está amenazado de forma grave. Desde la ley del TDT de pago, que de forma incomprensible ha aprobado este gobierno, muchos de los partidos del Madrid y el Barca van a ser retransmitidos por Gol TV, un canal residual de TDT que necesita un decodificador con tarjeta que sólo tienen un pequenísimo número de españoles (bueno, de bares españoles) de Madrid y Barcelona. El resto que hagan cola.
Por ello me temo que esta temporada nos vamos a perder una buena parte de los partidos tanto del Real Madrid como del Barcelona. Si no, al tiempo. Y esto me retrotrae a aquellos lejanos días en que el Canal Plus era casi un objeto de culto y los más forofos teníamos que hacer veinte kilómetros para ver al Real Madrid. Aún recuerdo la destitución de líder Antic por Valdano en directo en el Plus tras jugar con el Espanyol.
No me lo explico, como tampoco me explico que los clubes grandes renuncien a perder una pasta por los millonarios pinchazos del PPV frente a los decenas de miles de pinchazos de la TDT.
Hoy, por suerte disfrutaremos contra el Espanyol, seremos líderes y el próximo ya veremos.
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