Juventus 1 – Real Madrid 4
¡¡¡¡ Que bonito es ser del Real Madrid ¡¡¡¡
Los deterministas dicen que todo lo que sucede forma parte de un plan
prefijado. Si es así, Dios es del Madrid, si no, no se entiende. Ayer el Madrid
volvió a hacer historia, no sólo ganando una Champions más sino sumando un
nuevo récord a su larga lista: ser el primer club en ganar dos Champions
consecutivas.
Pero como el madridismo es insaciable, ya les pedimos uno nuevo: ser el
primer club en ganar tres Champions consecutivas. Es más, exijo a la UEFA que
la próxima Final, la ponga en martes y así podamos decir eso tan manido de “trece
y martes……………..”.
Pero lo más importante no es eso, lo
más importante es que el Madrid ha vuelto a hacer muy, muy felices a millones
de personas. Y ese es el fin último del Real Madrid: procurar la felicidad.
Aunque para ello haya que derribar escollos como la Juventus de Turín. Que
dolor de muchachos, si dicen que el fútbol le debe una Champions al Atleti, con
la Juve está entrampado para toda la vida……….. Forza Juve, fuiste un digno
rival, pero parar a este equipo es muy complicado.
Y en el primer tiempo, lo intentaron. Vaya que sí. Tardaron sólo siete
minutos en aguar nuestro vino de victoria con un golazo de Manzukic que
confirmó mis negros presagios previos. En el descanso, las caras en el salón
que mi Peña preparó con mimo eran de preocupación, el comentario general es que
habían jugado mejor, que dominaban la
contienda. Pero todo eso sólo sirvió para que la victoria fuera aún más dulce,
más celebrada.
Fue comenzar la segunda parte y mi particular test de los tres primeros minutos
indicó que el Madrid que salió era el primo de Zumosol del que abandonó al
descanso. Presión muy arriba, líneas juntas, circulación rápida, con Marcelo e
Isco tomando el protagonismo que durante el primer tiempo se empeñaron en
ofrecer en negativo. Y Modric volvió a sonreír, claro. Yo hice lo mismo. Supe
que las aguas se abrirían y que Cristiano, cual Moisés, nos llevaría a la
tierra prometida: el Olimpo de la Champions.
Con la inestimable ayuda de Casemiro, empeñado en dar la razón a Allegri,
que no es tonto. Su gol fue el gol de la noche. Fue entonces cuando el
madridismo supo que ya no había vuelta atrás y las puertas de la gloria se
abrían gozosas, como los brazos de Penélope ante Ulises. Después ya sólo hubo
alegría, confianza en la victoria y la exhibición de un equipo magnífico, lleno
de talento, que atropelló a una Juve que llegaba con la vitola de equipo casi
inexpugnable y volvió a Turín con el convencimiento que ya conocía cual era la
cumbre de este deporte y que le quedaba muy, muy lejos.
Final. Ramos levantando de nuevo la Orejona y a volver a revivir tantas
noches de alegría, con los cohetes, los brindis, los abrazos, niños felices con
su corteo de banderas hasta la plaza donde espera una fuente blanca, talismán y
promesa de felicidad presente y futura. Madridismo en vena, sintiendo como la
felicidad iba, poco a poco, llenando todos mis poros. Cumplí mi ritual de
mojarme de esa agua de la fuente blanca, ayudado por unos niños bañándose en
ella, y ahí supe que el futuro es blanco.
Hace un tiempo dije aquí que se daban todas las condiciones para que este
equipo emulara a aquel Madrid de las
Cinco Copas de Europa y llevamos camino de ello. Tenemos una envidiable
capacidad económica, un gran presidente que aporta estabilidad (a ver quién es
el guapo que se presenta a las elecciones este verano) y un equipo pleno de
calidad y talento, pero con una juventud abrumadora de promesas futuras. Y lo
mejor de todo, viene el VAR, herramienta imprescindible para evitar sucesos
bochornosos vividos recientemente y que tanto dañan a este deporte.
Y es que si tiene mérito ganar tanto como ganan, hacerlo contra mafias tan
chuscas como las que gobiernan el fútbol en la actualidad tiene triple mérito.
Sólo dos datos para avalar lo dicho: 1.-
Cuando al Barca en Liga le pitaron el último penalti en contra, el Madrid tenía
dos Champions menos. 2.- Desde el 15 de septiembre de 2015 no le pitan un
penalti a favor al Real Madrid en Champions. ¿Anomalías? Desgraciadamente no,
no cuela.
Gracias por tanto Real Madrid. Un día menos para la Décimotercera.
Voy a poner la bandera blanca en el balcón, pero no me rindo……………….
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