Aunque a algún madridista
pudiera parecerle raro, el Real Madrid, de vez en cuando, muy poco
afortunadamente, pierde partidos. Hay que asumirlo así, sabemos que es injusto,
pero……… es ley de vida, que le vamos a hacer. La generosidad es una virtud
teologal y los aficionados de los demás equipos también tienen derecho, de vez
en cuando, a alguna alegría. Y si es ganarle al Real Madrid, para muchos es
casi como si les toca el cuponazo. Yo les entiendo, claro.
En Mestalla se perdió. Es
un campo difícil, el Valencia tiene un muy buen equipo pese a su situación y el
resultado no es ningún desdoro. Y menos de la forma en que se produjo. El
Madrid probó a llevarse el partido por todos los medios, con más interés que
fortuna. Los errores defensivos le condenaron y no quedó otra que agachar las
orejas ante el resultado. Fue una oportunidad perdida, si. Pero seguimos
líderes, que no es poca cosa.
Por ello, no entiendo el
tsunami de histerismo que se desencadenó tras el partido y que aún hoy sigue
llegando sus efectos. Sé que hay gente bipolar, pero no es admisible que antes
del partido se den los tres puntos por ganados, pedir a Villar que nos vaya
entregando la copa de la Liga y tras la derrota, parecer que se ha perdido el
décimo del gordo que nos regaló la abuela. Un poquito de mesura, por favor,
tanto en la victoria como en la derrota. Venga, un buchito de agua y a
tranquilizarse, que todo va a ir bien.
Para terminar, sólo me
queda exhortar a los dirigentes del Real Madrid para que presenten una protesta
formal al más alto nivel sobre la parcialidad de las retransmisiones de Bein
Sports. Es indignante. Sé que Valdano, el escocido de la Pampa, tiene mucha
bilis atrancada, pero hombre, no hay un realizador medianamente neutral. Canta
muchísimo.
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