Eran las 8 de la tarde. El
Real Madrid jugaba la final de la Supercopa de Europa en Trondheim, contra el
Sevilla. Y ya llevaban varios días los "periolistos" vendiéndonos su
"alineación inicial", con Modric, James, Bale, Benzemá …. hasta
Kroos. No les culpo, sólo repetían las alineaciones que habrían puesto los
últimos entrenadores del Real Madrid.
Todos sabemos que si
Ancelotti o Benítez hubieran sido el entrenador oficial del Real Madrid, Modric
nunca hubiera empezado en el banquillo. Y Bale hubiera viajado a Noruega. Tan
seguro como que el sol sale por oriente. Toda la farfolla mediática ponderaba,
justamente, la fenomenal pretemporada de Asensio, pero ni uno, ni uno,
apostaron ni un céntimo porque Kovacic sería titular. Creo que con Ancelotti
Modric, James, Bale y Benzemá hubieran sido titulares. Nombres antes que
hombres.
Y aunque para un
madridista la Supercopa de Europa es un título menor, también es cierto que no
haberla ganado hubiera supuesto la primera andanada mediática contra Zidane,
jugara con el equipo que jugara. Y si la hubiera perdido con el once inicial
que puso, los palos serían incontables: que si es un soñador, que si se ha
rebelado contra Florentino, que si no tiene nivel, que si le ha dado un ataque
de entrenador……………. y más y más farfolla. No hay cosa que venda más que un
petardazo del Madrid y ya se habrían ocupado de que el petardito, en caso de
perder, se convirtiera en todo un Maracanazo. Y Zinedine lo sabía, claro que lo
sabía.
Sin embargo, a las 8 de la
tarde, todas las emisoras de radio,
todas las webs deportivas abrían con el "bombazo" del 11 de Zidane.
"Zidane se la juega" decían. No. Zidane con ese 11 hizo un jaque mate
pastor a toda la prensa, al antimadridismo y a todo el madridismo renuente con
su figura. Con ese 11 conseguía, de un plumazo, múltiples objetivos: El primero
dar confianza a los teóricos suplentes, haciéndoles ver que para él todos son
importantes, desde el primero al último. El segundo, mandar un mensaje a navegantes
para los teóricos titulares, haciéndoles ver que no son indispensables para la
victoria, que sólo son una pieza más del engranaje y, que a poco que se
relajen, el banquillo sabrá devolverles a la realidad. El tercero, hizo ver a
todos los jugadores de la plantilla, a todos, que con él la meritocracia, que fue
bandera de Mourinho, no es un lema, es un hecho palpable. El cuarto, dirigido a
todos los dirigentes, futbolistas y agentes del fútbol, diciéndoles que calma,
que no necesitan a nadie, que si se suben a la parra, se lo van a comer con
patatas, ofreciendo así a Florentino y J.A. Sánchez una posición de fuerza ante
cualquier negociación en marcha.
Todo con un simple 11. Y
para colmo, va y gana………. Y después, llegó a la sala de prensa y sonrió.
Eso, señores, no es
predicar, eso es dar trigo.
De este articulazo no quitaria ni una coma. Eso sí, lo unico que añadiria es que ZZ ademas jugo sus bazas y realizo los cambios de manera MAGISTRAL.
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