Sha, la, la, la, la, laaaaaaa…,
oooooooohhhh Real Madrid. Cántese esto como lo haría un cantante de góspel que,
en vez de llamar al Señor, lo haga a su amor: el Real Madrid y sólo así se
tendrá una idea aproximada de lo que sentimos ayer, acuclillados, en la Grada
Fans del Bernabéu.
Y es que ayer, aunque al
acudir al Bernabeu cumplimos con el ritual anual de mi Peña Madridista Gachera en
su peregrinación al Templo Blanco, fue distinto de tantas otras decenas de
veces. Fue otra historia distinta, añorada y esperada.
Como muchos madridistas
que conozco, después de ir al Bernabéu siempre regresaba al largo viaje en autobús
con una sensación agridulce: Feliz por ver ganar a los blancos en el verde
impoluto de la Castellana y por aspirar ese ambiente de madridismo expectante del
pre-partido que recarga al madridista de provincias (tantas veces desdeñado),
pero la vuelta siempre me sorprendía en parte desencantado, ya que siempre me acompañaba
en la subida de Concha Espina, preñada de autobuses variopintos, un punto de
desolación por haberme visto influido del aséptico ambiente de los espectadores
del Bernabéu y no poder disfrutar del partido con más autenticidad, con más vinculación
con el equipo, animando más, no dejando en suma que mi felicidad trasluciera en
un apoyo más constante al equipo, en no ayudar cuando venían mal dadas, en no contagiar
mi veneración con un aplauso más constante, menos académico.
En el partido contra Las
Palmas, por suerte no fue así. Volví feliz con la victoria, como siempre, feliz
por ese ambiente prepartido, que gozosamente compartí con amigos largamente
esperados por conocer…. y también volví feliz de haber sentido, por vez primera
en varias décadas, la felicidad y el disfrute de sentirse inmerso en un
espectáculo que arropa, apoya y disfruta con el equipo, con el Bernabéu, con el
madridismo.
La natural prevención
inicial ante las nuevas experiencias fue borrada casi instantáneamente al pisar
la Grada de Animación. Gente sonriente, gente insultantemente joven,
trasluciendo felicidad, compañerismo, ganas de pasárselo bien con su equipo.
Blanco impoluto por todas partes, algunos mayores, como yo, muy pocos, todos educados
y felices de compartir, durante dos horas, un solo sentimiento: su apoyo y
entrega al club de sus amores. Y al ritmo de los bombos, de las palmas, fuimos
dejándonos llevar por ese abandono en el que lo fácil es imbuirse del ritmo y
batir palmas, disfrutando de un madridismo sin complejos, olvidando por una vez
el "oiga usted, que está
molestando".
Por ello quiero dar las
gracias a todos aquellos que, dando la espalda físicamente al campo, asumen su
rol de arietes en el cántico y ofrecen su esfuerzo perdiendo a cambio el bien
más preciado: ver jugar a su equipo. Mi reconocimiento a ellos y las gracias a
todos por la amistosa acogida que disfrutamos en la Grada. Para la próxima, si
la hubiera pues la experiencia puede ser extenuante para determinadas edades,
prometo hacer antes los deberes y cuidar mi garganta para no desentonar.
Felicidades Grada Fans RM.
P.D. Del partido hablaré
mañana, tras ver la repetición, pues honradamente declaro que casi no lo vi.
Con el debido respeto: el Madrid no es lider, no juega a nada que enamore, nunca había aburrido tanto desde los tiempos de Capello (pero el cab--´n nos dio dos ligas) y si no fuera por Keylor Navas, estaríamos peleando por no descender.
ResponderEliminarNo me jodas, BlancoDoble, no seamos más forofos que Roncero. El fichaje de Benítez ha sido la última cagada del Ser Superior, sobre todo cuando una buena parte de la afición pedíamos a Paco Jémez. Me pregunto si el nuevo impulso que se buscaba al despedir a Ancelotti (que nos dio la Décima y un estilo de juego que sí enamoraba) era en barrena y hacia abajo.
El pecado del italiano fue que nos hacía jugar sin portero, dejando en el banquillo a quien le está salvando el culo al metódico Benitez y fundir a los jugadores más importantes sin darles descanso. Por lo demás, para este viaje, nos sobran las alforjas.
Veamos cómo salimos del clásico (ojalá tenga que comerme este comentario) pero me temo que va a ser más de lo mismo que en Sevilla.
A ver: el italiano no rotaba y fundió a la plantilla; Benítez rota y roto está medio equipo titular. Ah, y la gloriosa gesta de anular al mejor goleador del planeta.
Grande Benítez, sí señor.
Hola Uno.
EliminarDisiento de casi todo. Para empezar para mí Benítez es uno de los mejores entrenadores del mundo y con este equipo más si cabe. Además de ello, a mí me ganó definitivamente cuando se emocionó en su presentación, no como otros, cuando se van.
Pero vamos, lo de Jémez no se si tomármelo en serio o en broma.
Que el equipo no enamora, pues no, pero tampoco es para echarle a los perros, alterna períodos de buen juego con siestas monumentales. Pero vamos, no es peor que la segunda vuelta del año pasado. Y los números no están nada mal.
Benítez no rota, simplemente porque no puede. Se le han lesionado la mitad y así es imposible, no? Tantas lesiones si serían achacables a él, pero no que no rote.
De todas formas, todo esto se acaba ganando el Clásico, que creo que se va a ganar.
Para terminar, y sin que sirva de crítica, creo percibir en sus argumentos una opinión influenciada demasiado por los medios de comunicación mayoritarios que hacen su negocio menospreciando al Madrid. Si es así, le recomiendo dejar de hacerlo de forma inmediata, si no es así, felicidades.
Un saludo cordial y gracias por su comentario.