EL SÍNDROME ETÓO

En estos días se está debatiendo en el entorno merengue sobre la necesidad de traspasar a varios jugadores y sobre la obligación o no de fichar algún jugador más. En principio cuesta creer que en el entorno madridista se vea con preocupación encarar la temporada con los 26 jugadores de que hoy dispone Mourinho, y sólo así es explicable el presumible clamor por un delantero más o un lateral izquierdo.

Creo que desde que tengo uso de razón, nunca he conocido una plantilla más amplia, compensada y dotada que la actual. Ahora bien, entiendo la postura de los que piden las dos incorporaciones ya que, en principio, le vendrían bien al equipo. Pero creo que se olvida que tenemos la mejor cantera de futbolistas del mundo, y esos puestos podrían cubrirse, de forma eventual por ellos. Mi padre diría: “El que tiene mucho, siempre quiere más”.

Pero el problema hoy está en las salidas más que en las entradas. Y en este asunto el Madrid siempre ha adolecido de un mal que yo hoy diagnostico como el “Sindrome Etoó”. Sus síntomas son muy claros. En el momento de plantear la venta de un jugador, se agravan éstos si es de la cantera, el aficionado y directivo en cuestión se ve aquejado de graves insomnios en los que se asaltado por una pregunta fundamental: ¿Y si lo vendo y triunfa en otro equipo?.

Una vez llegado a este punto y ante la imposibilidad de una respuesta cierta, la conducta permuta a: ¿No será mejor cederlo con opción de recompra, por si las moscas?. Y el enfermo aquí si encuentra alivio. Por un lado su asumida mala acción (la venta) se atenua, por otro lado halla consuelo en que si triunfa y marca goles a tutiplén podremos decir que es nuestro, que con un par de milloncejos arreglamos el mal trance, y decimos que su salida fue sólo para que el jugador evolucionara, pero nunca tuvimos dudas de su clase y así la mala conciencia queda lavada.

Y en esta fase el síndrome se revela con toda crudeza. Anualmente el Real Madrid se encuentra con una decena larga de jugadores que no han cubierto las elevadísimas expectativas para las que se fichó y sus directivos son totalmente incapaces de tomar la decisión de abrir la puerta, coger mientras más mejor y que le vaya a usted bien. Muy agradecidos.

Sin embargo, aunque siempre he asumido que el fútbol es un territorio sin pasado y sin memoria, si echáramos la vista atrás y se hiciera un estudio concienzudo sobre la evolución de los jugadores tras su salida del Madrid, este nos expondría sin lugar a dudas que casi la totalidad de ellos nunca han sido capaces de demostrar su valía para el mejor equipo y más exigente del mundo. Porque no es lo mismo ser un figura en el Valencia, Sevilla, Atlético, Bayern, Inter, Roma, Benfica, Paris St. Germain, que titular indiscutible en el Real Madrid.

A vuela pluma recuerdo los Portillo, Soldado, Mata, Javi García, Morientes, Losada, Tote, Jaime, Fernando Sanz, Alfonso, Valdo, Esnaider, Dani, Villarroya, Munitis, Huntelaar, Jurado, Panucci, Owen, Heinze, Saviola, Baptista, Balboa, Emerson, Casano, Raúl Bravo, Beckam, Helguera, Roberto Carlos, etc, etc, etc,....... Serían cientos. ¡¡ Cuantos han sido incapaces, incluso, de defender una titularidad digna en sus nuevos equipos !!.

Y lo digo quizás en el peor momento para defender la tesis, ya que los astros se han conjurado y Etoó es el jugador que más títulos ha ganado en los útimos cinco años y Robben y Sneijder están considerados serios candidatos al balón de oro. Pero esto no es óbice para tener una amplia concepción de todos los casos y asumir que, en todas las decisiones que se presentan en la vida, hay un margen de error que como humanos debemos asumir por nuestra falibilidad e imperfección.

Por ello creo estar en disposición de proponer a D. Jorge Valdano y al Ser Superior que digan públicamente que Drente no es jugador para el Real Madrid, que Gago no ha cumplido las expectativas y que Granero ha demostrado que su único marchamo de calidad es ser de la cantera. Se les abre la puerta. Se negocia su precio y adiós y muchas gracias. Y no pasa nada.

Los estudios clínicos han demostrado que una vez superado el síndrome y aceptado la responsabilidad, los síntomas remiten de forma casi fulminante, el sueño vuelve a ser cálido y reposado y la vida normal vuelve al cabo de pocas horas. Y no se trata de un medicamento.

P.S. ¿Porqué no se tiene en cuenta a Casillas para el Balón de Oro? ¿Fue menos decisivo que Iniesta en la consecución del mundial?.