ALEA JACTA EST

Va a ser que no....................

Real Madrid 5 – Athletic 1

La suerte está echada. Sólo queda una jornada que, salvo catástrofe o milagro, sólo servirá para confirmar la sentencia. Esta Liga no es blanca. Se ha luchado lo indecible para ganarla y merecerla, pero no, no es blanca. ¡¡Que se la va a hacer!!.

Empecé la noche a traspiés. Tuve que asistir a una ceremonia religiosa y cuando salí ya se cumplía el minuto 20 del primer tiempo. Apresurado me dirigí al pub de costumbre mientras sacaba los auriculares del bolsillo, y lo primero que escuché fue a Paco González decir que “con este resultado el Barca es campeón”. Malo, malo.

Llegué al pub. Abarrotado. Pocos culés. Dos pantallas, el Madrid con sonido en una y el Barca muda en la otra. 0-0 y 0-1. ¿Quién ha marcado? pregunté- Messi. El de siempre, hombre. Y a partir de ahí, una sensación rara. Veía el futbol con un desapasionamiento ausente, veía al Madrid percutir con insistencia la meta de Iraizoz, y éste recordando el partido de ida, con paradas de todos los colores.

Pero era incapaz de engancharme al juego blanco. Penalti. Roja. Este tío está loco ¿cómo puede sacar roja por eso?. Cristiano frente a Iraizoz. 1-0. Pero sigo sin encontrar la pasión que se espera en una jornada decisiva. El Athletic empata de manera sorpresiva. Bojan marca el 0-2. El cubata sabe a agua, y no tiene demasiado hielo. Pero nada, ni nervios, nada.

Llega el descanso. Y entonces, como una revelación, cae sobre mí la certeza: El partido del Bernabeu es intrascendente, no sirve para nada, onanismo puro en la tierra. Pero hay que acabar de ver el desenlace. Hasta el rabo, todo es toro. Volvemos a sentarnos. Pero ni el empate nos parece malo. Vendría bien ganar, pero ¿para qué?. 0-3. Expulsión de Konko. A Undiano también se le ha ido la olla. Esto no tiene solución.

Un codazo del vecino, miro la pantalla y Kanouté hace también lo que sabe, marcar.1-3. Insuficiente. Llega el minuto 25, Pipita Higuaín hace lo que sabe, marcar. 2-1. Bueno, mejor, que no se diga. Y entonces si, entonces si llega la emoción. En cuestión de tres minutos marca el 3-1 Tarzán Ramos y ¡¡¡ Luis Fabiano el 2-3!!! Y empiezan a aparecerse, en rápida sucesión los santos, aquel gol de Tamudo, aquel gol de Reyes, tantas y tantas ocasiones.

El Madrid juega, pero nadie lo mira, todos estamos en Sevilla. Ahora si se aprieta, se abuchea al árbitro, pero nada. Es un cuarto de hora, ahora sí, pleno de interés, de tensión, de incertidumbre. Pero pasa y sólo se mueve el marcador en el Bernabeu. Piqué hace méritos para añadir espectáculo, pero Undiano no lo ve. El Pizjuán, inamovible, dicta sentencia. Alea Jacta Est. La 32 tendrá que esperar.

Como decía en el post anterior, nos queda otra semana más de esperanza, que es la más dulce de las acompañantes, y la que menos exige. A mi pesar: ¡¡¡ Ese Clemente, oé!!!

Me gustó: El Madrid en general, por poner hasta el último momento lo que hay que poner.

No me gustó: La despedida de Guti del Bernabeu. Eso de tirar tu última camiseta a los ultras me suena a impuesto revolucionario. Tampoco me gustaron las dos expulsiones.

Pepito Grillo: ¿Qué esperaba Caparrós reservando a Llorente en el Bernabeu? ¿Quizás un empate? Nunca aprenderá.

Rappel: Con el disgusto no ha querido venir a decir lo que augura. Os lo podéis imaginar.

Foto: Corazón Blanco.