SE CONFIRMA LA TENDENCIA

Real Madrid 3 – Espanyol 0

Cuatro minutos, cuatro, le duró la presión al Real Madrid. Vamos, lo que transcurrió desde que pitó el árbitro hasta que Tarzán Ramos (sigo sin entender los que lo prefieren de lateral) certificó que el Bernabeu es más seguro que Fort Knox.

De ahí en adelante fue demostrar y demostrarse que el Real Madrid este año es definitivamente diferente. Ganando 2-0 en lugar de replegarse en defensa, el equipo presiona arriba y subconscientemente le indica al equipo rival que tiene previsto golearle. No ganarle, golearle. Y los efectos son devastadores.

Que lejos quedan aquellos partidos con 1-0 ó 2-0 en el que un equipo conformista y amedrentado, defensor a ultranza del marcador, permitía que cualquier mindundi le acosara en el Bernabeu y el aficionado terminara un partido si y otro también con el orto más apretado que Luis Aragonés.

Hoy no, hoy el que va a Madrid sabe que el campo, la posesión y el dominio son del equipo local. Y los goles. Y a ellos sólo les queda defender a ultranza. Y ojito, que como tengan la noche te vienes con un saco. Y no es lo mismo llegar a casa con dos o tres que con cuatro o cinco en la talega.

Y en esa sutil ( o no tanto) diferencia está la confirmación de la tendencia positiva, de que el flujo evoluciona. Las curvas se aproximan y el punto de confluencia está cerca. Cada vez más. A pesar de los cinco puntos. Hoy mi impresión es que es más fácil que el Barca pinche, tanto en casa como fuera. El Madrid gana los partidos con más contundencia y autoridad que su rival. Y sin polémicas gratuitas.

De todas formas hoy habrá comentaristas (que vieron el partido en el mismo canal que yo, y por tanto sin más medios de prueba que los míos) que acusarán al Espanyol de equipo ramplón, sin pegada, flojo. Sin embargo el equipo que yo vi fue diferente. Fue un Espanyol que pese a la derrota casi inicial, no renunció en ningún momento a un juego aguerrido, en ocasiones violento, sin achicarse, jugándose en muchos momentos la expulsión.

Y ésta es otra. ¿Qué tendrán que hacer los visitantes en el Bernabeu para ser expulsados?. El árbitro tuvo al menos tres ocasiones para recetar con roja tres agresiones alevosas, con ánimo de dañar y sin balón jugado. Pero no las vio. ¿Villarato?. No lo sé. Pero si comparo la expulsión de Cristiano con las tres patadas de ayer a Guti, Kaká y Ramos , simplemente no entiendo tanta casualidad.

Con esta actuación el árbitro les estaba mandando el siguiente mensaje subliminal a los periquitos: Chicos, entren fuerte, sin miedo, no va a pasar nada, aunque hagan daño. Seré condescendiente.

Me gustó: Granero, por fin un partido acorde a lo que todos esperamos de él. Jugó, asistió y no marcó por poco. Ah, y Raúl. Buen partido el suyo, sin suerte con el gol, pero demostrando que es un digno suplente del Real Madrid. De hecho se comió al joven Benzemá.

No me gustó: Otra vez, y van siendo muchas, Kaká. Aunque parece más interesado, no acaban de salirle las cosas. Igual que a Benzemá. Ayer en su duelo de delanteros, pareció el más flojo. Le pasa como a los políticos, siempre ofrece pero casi nunca da.

Pepito Grillo: ¿Que pensarían los miembros del CEDD viendo a Cristiano en el palco?. ¿Lástima por el espectáculo o trabajo cumplido?. Delirante.

¿Y que pensaría Michel de que el señorío del Barca sólo alcanzara a regar sólo la parte correspondiente al ataque del equipo local en el intermedio?. Si le llegan a hacer eso a “Navajas” Caparrós en el Bernabeu monta la de Dios es Cristo.

Rappel: Hoy me lanzo. El Madrid ganará la Liga. Toma ya, sin anestesia. Lo confirman la conjunción astral, los posos del café, las cartas del Tarot, Iker Jiménez, la bola de cristal y las arrugas del refajo de mi abuela. Totalmente confirmado.