“Cuando Benzemá no rinde es que
juega mal, si no rinde Higuaín es que es muy malo”
Este sabio aserto de mi
hermano ilustra perfectamente un estado latente de opinión entre el madridismo,
que se debate entre la eterna promesa, inconclusa, de un edén lleno de flores y
Balones de Oro para Benzemá y la eterna mirada
escrutadora y fiscalizadora con Higuaín, Igualín, un delantero tosco,
desaseado, nada elegante, pero que cumple su función goleadora.
Que uno de los mayores problemas,
quizás el mayor, del equipo sea el pésimo balance anotador de la pareja que
debe llevar el grueso del apartado anotador, es bien sabido por todos y trae
como consecuencia la instauración de un debate que el año pasado se tornaba
intrascendente. Hoy es normal oír nombres como Falcao, Cavani, Agüero, etc...
como aspirantes, eternos, al puesto más codiciado el fútbol mundial, el 9
blanco.
Pero a nadie escapa que antes de
entrar, como las reglas del urbanismo demandan, se ha de dejar salir. ¿Y a quién
se le debe enseñar la puerta? ¿Al Pipa, aún sin renovar? ¿A Benzemá,
inconstante en su rendimiento y con buen cartel para su venta? ¿A los dos?.
Yo dejaría a Higuaín. Si. Y ahora me
protejo la cabeza y a aguantar los ladrillazos........ Se dice que cuando a un tonto le
da por un camino, se acaba el camino y sigue el tonto. Y en mi caso se cumple el
refrán a la perfección. Pero lo explicaré.
Pipa es un delantero eficaz, gran
rematador, aplicado en defensa y, sobre todo, luchador ante las adversidades. Su
gran virtud es su perseverancia y que es el mejor para asegurarte que va a
poner una exigencia límite al delantero que se fiche, que como es lógico debería
ser Falcao. Y te asegura una cosecha razonable de goles, siempre fue así.
Benzemá, con su laxitud
estacionaria, te garantiza destellos deslumbrantes ....... seguidos de largos
períodos de luz mortecina. No intenta mejorar, no progresa adecuadamente, se le nota inmaduro. Quizás me equivoque, mi opinión esté mediatizada por
el esperpento de su último partido, pero tengo totalmente claro, como una
revelación, que es un Anelka más de la vida. Ojalá me equivoque.
Por ello, hoy, haciendo gala de mis
fuentes de información, tan fiables como las de esos “monstruos” del periodismo como
D. Torres, Antón Meana, Javier Matallanas o Pipi Estrada, afirmo (y espero) que el año que
viene Benzemá no vestirá de blanco y el Pipa si. Ojalá Falcao sea también de la
partida, Morata se asiente y nos juguemos un par de partidas a la ruleta rusa con
Jesé.
Y lo que sería inadmisible es que larguen
a Higuaín y fichen a Agüero, su eterno suplente. Nunca comprendí el cartel del
Kun, debe ser que tiene un excelente Community Manager.